Queridos lectores, lo digo de una forma poética. Miremos siempre al río Tíber. Cuando pensemos y sintamos que nos perdimos por un camino peligroso, asediados por asaltantes y trileros en cada recodo. Cuando nos encandilen con espejismos y atajos facilones. Cuando todólogos y buenologos con distintivo políticamente correcto, se pretendan censores de nuestras vidas, memorias y haciendas. No perdamos los nervios porque tenemos que actuar sin dilación. La libertad y el respeto a la vida ajena son el trabajo más importante de nuestra única vida. La Antigua Roma nos enseña "Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal". Estas son palabras de Marco Tulio Cicerón (3 de enero de 106 a.C. Arpino- Asesinado el 7 de diciembre de 43 a.C. Formia, Italia) Cicerón es considerado el primer humanista de la historia. De hecho, en el Renacimiento italiano (1420-1600) los humanistas estudiaron su obra con gran interés y dedicación. Fue el primer autor que definió el termino humanistas (humanismo) Dice Cicerón que los humanistas son "Aquellos hombres que se interesaban por la cultura, que mostraban curiosidad y un espíritu abierto hacia otras ideas y otros pueblos". Trabajó para lograr la mezcla armoniosa entre la cultura griega y la civilización romana. Su anhelo era "Abrir a mis conciudadanos el camino de los nobles estudios". Su amor por el conocimiento se define por sus esfuerzos para argumentar con equilibrio en cuanto se hace y se dice, búsqueda de la justicia, habilidad de persuasión y elegancia. Recordemos que la estética forma parte indispensable de la filosofía. Como intelectual se interesó por prácticamente todos los campos del saber humano. Recibió una esmerada educación tanto en latín como en griego. Estudió ampliamente retórica, derecho, historia y filosofía. Trató los temas que preocupan a la humanidad; religión, divinidad, amistad, muerte, vejez e inmortalidad. Maestro de la retórica, que ejerció brillantemente en el senado, los tribunales y ante el pueblo reunido en asamblea. Del mismo modo que respetaba el conocimiento, amó la política. Cicerón es conocido como el filósofo que amaba la política y se preocupaba por la historia. Su obra es apasionante. Por ejemplo, De los fines de los bienes y los males (I- II) o Sobre lo útil, tratado acerca de la utilidad y la honestidad. Nos dice "Pensar es como vivir dos veces".