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Dani Rovira, no tienes lo que hay que tener para hacer una película seria; te quedas en un landismo eterno

Artículo Primero: Ir al cine es un derroche y una inutilidad manifiesta. La bola del palomiteo cocacolesco es cada vez más grande y más inflada de aire. No hay nada, solo aire. Dos personas con una cocacola, palomitas y un agua cerca de las 40 pavos. Calcule cuantas ganas quedan de volver. Artículo segundo: La decadencia del cine español es mayúscula. Ahora cualquier película tiene que ser de risa y tiene que salir Dani Rovira o Santiago Segura, porque claro, los niños son la esperanza de la humanidad y del cine. Es cierto, hay películas serias, antes se llamba drama, pero mejor no mencionarlas. En estas siempre tiene que salir Luis Tosar. Artículo Tercero: La película Voy a pasármelo bien es tan mala que hasta a los acérrimos de los hombre G les parece mala. Por supuesto es para niños y nostálgicos despistados y confundidos de los Hombres G que pensaban que iban a salir los Hombres G. Sobre un argumento débil de cuatro amigos de Valladolid (¿?) que reviven sus andanzas en el colegio y de mayores se monta una trama absurda con música de los Hombres G cantada por los actores y con numeritos de baile en cualquier sitio. Es un musical y no lo sabía. Artículo Cuarto: Es cierto y hasta un sordo se da cuenta que el más pequeño de los cuatro solo tenga frases en las que diga las típicas frases de los ochenta, Ok mackey, me las piro vampiro, y todo eso, no es pesado o estomagante, simplemente a la media hora de película da dolor de cabeza recurrente. Por cierto, se han pasado metiendo frases de los 80 y como no había tantas realmente han metido frases de anuncios de los 70 e inventadas que riman. Los que no vivieron los 80 deben pensar viendo la película que todos éramos tontos. Un apunte energético, en la sala de cine hacía frío. O no llegamos o nos pasamos. En el centro comercial también. Frío no son 27 grados. Una ley es una cosa que se hace en España para que quien quiera se la pase por el forro. Otro apunte social, en la sala de cine había cuatro gatos. Y, Dani Rovira, no tienes lo que hay que tener para hacer una película seria. Te quedas en un landismo eterno. Imagina a Landa haciendo toda su vida de Landa. Lo mismo para los otros, que nos suenan de algo su cara pero no sabemos de qué. Hasta una serie puede ser. Dirás porque no te ofrecen esos papeles. Y te preguntarás por qué. Valladolid. La Seminci. Metete en estos despropósitos y veras por donde sales.

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