Compra con el corazón

La compra que cada uno realice en la tienda de su calle significará posibilidades de empleo

La puesta en marcha de la fase 1 de la desescalada ha supuesto la reapertura de gran parte del tejido comercial de la ciudad, principalmente del pequeño comercio, uno de los más damnificados por la crisis del coronavirus. El comercio de proximidad, el tradicional, el de toda la vida, ha sufrido especialmente esta situación, teniendo que bajar la persiana con la incertidumbre de no saber cuándo y cómo levantarla.

Por eso, desde que comenzó la crisis ha sido uno de los sectores más sensibles para el Ayuntamiento, con medidas específicas recogidas en el 'Plan re-activa20', como el aplazamiento o devolución de impuestos y tasas, la puesta en marcha de un programa de formación virtual sobre comercio 'on line', el aumento de las ayudas a las asociaciones de comerciantes, la creación del escaparate virtual almeriaadomicilio.es, la movilización de un millón de euros a fondo perdido o la difusión de una campaña de promoción animando a comprar en el comercio de barrio cuyo eslogan es 'Compra con el corazón'.

Protagonizada por los propios comerciantes, esta iniciativa busca la implicación de todos en la reactivación de un sector que es fundamental en la ciudad, del que dependen cientos de puestos de trabajo y del que viven miles de familias. La compra que cada uno de nosotros realice hoy en la tienda de su calle, de su barrio, significará posibilidades de empleo, de dinamización económica y de inversión de futuro. Como subrayaba el alcalde en su presentación, no va a haber acto más grande de amor por Almería que comprar en clave almeriense porque es invertir en la ciudad. En estas semanas de confinamiento el comercio que ha podido abrir, como el de alimentación, salud o higiene, ha tenido que adaptar su actividad a las nuevas fórmulas de relación entre comerciante y cliente, haciéndolo más cercano aún para que a nadie le faltaran los productos básicos.Y ahora que poco a poco recuperamos la normalidad debemos contribuir a que el pulso en el pequeño comercio vuelva a latir. Porque si a ellos les va bien, a los almerienses nos irá bien. Y es que la marcha de la economía no es algo que deba preocupar solo a quien tenga una tienda o un negocio, nos debe preocupar a todos porque, de una u otra manera, al final, nos afecta a todos.

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