Cambio de sentido
Carmen Camacho
Zona de alcanfort
Hoy comenzaré con una confesión. Cada vez que, conduciendo, veo el cartel que anuncia mi entrada en la provincia de Almería me invade una sensación de satisfacción. Los cerros, o el mar, según el punto por el que acceda, adquieren un color más brillante., más puro. Suelo bajar un poco la ventanilla y compruebo que, efectivamente, ya huele a Almería. Y así, más alegre y seguro de mi mismo, continúo al volante. Por fin en casa, suspiro para mis adentros. El sentimiento de pertenencia es una experiencia emocional y psicológica que surge cuando nos identificamos y nos sentimos conectados con un grupo, un lugar o incluso una idea. Las personas necesitamos sentirnos parte de algo. Existimos siempre en relación a los demás y a nuestro entorno con lo que, en última instancia, gran parte de lo que encontramos ahí afuera es lo que da sentido a nuestro mundo interno. El sentimiento de pertenencia implica una conexión emocional profunda. Consiste en sentirse aceptado, valorado y comprendido dentro del grupo al que pertenecemos. Esto se manifiesta en nuestras relaciones familiares, en amistades cercanas, colegas de trabajo o miembros de alguna otra comunidad (aficiones). La pertenencia proporciona, a menudo, una sensación de seguridad y apoyo emocional. Sentirnos parte de un grupo contribuye a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión generando un sistema más sólido de apoyo emocional. Sentirse vinculado a tu tierra es una expresión más de este sentimiento de pertenencia. Cada piedra, cada rambla y cada arbusto resultan un modesto símbolo de un significado tan grande como es tu hogar.
Por el contrario el desarraigo se refiere a la sensación de estar desconectado o desvinculado del lugar, ya sea física, emocional o culturalmente. Puede ocurrir por un distanciamiento geográfico o cuando alguien se muda a un lugar completamente nuevo. Puede ser también resultado de un salto cultural o de la pérdida traumática de seres queridos. El desarraigo tiene, por supuesto, efectos negativos en la salud mental contribuyendo a la ansiedad y la depresión.
Es importante señalar que ambas experiencias son subjetivas y pueden variar significativamente entre individuos. Pero, a la sazón, el contraste entre arraigo y desarraigo destaca la importancia que tiene en nuestro aparato mental la identificación con nuestro entorno y con quienes nos rodean. Ser y estar en íntima comunión.
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