Govern

Y eso sí, quien haya transgredido la ley, que se enfrente a la justicia, como cualquier ciudadano

Yo tengo que tener un problema con el catalán, y eso que mi abuela era catalana y tengo un nieto catalán. Creo que Govern, significa gobierno. Pero parece que, no sé traducirlo bien, porque en la realidad catalana, esto no es exactamente así. Un gobierno tiene como funciones principales, resolver los problemas de las personas, respetar y hacer respetar las normas y las leyes aprobadas legítimamente, y mantener la unión y la solidaridad entre los ciudadanos. Parece que Govern, significa otra cosa, en catalán: es un grupo de personas, que presuntamente son políticos, pero que en realidad a lo que se dedican, es a crear problemas gravísimos, enfrentando a sus ciudadanos, a incumplir sistemáticamente las leyes y a tomar decisiones marginando a más de la mitad de las personas a las que gobiernan. Pero no solamente marginándolas. También las demonizan, las ponen en riesgo, y las sitúan al pie de los caballos, dejándolas indefensas ante masas de independentistas radicalizados. Un gobierno que convoca huelgas, que no respeta los datos confidenciales de las personas, que hace referéndums tipo franquista, aquellos en los que votaban hasta los muertos. Y en base a ello, aspiran a fracturar a un país de forma unilateral, y a fracturar la sociedad a la que dicen gobernar.

Claro, que lo que tiene enfrente, es un presidente de gobierno, autista, inerme, y paralizado por su cobardía crónica, para enfrentar problemas. Escudado detrás de jueces y fuerzas de seguridad, a las que después de enfrentarla violentamente a ciudadanos indefensos, las abandonan a su suerte, acosadas por radicales. Un presidente que con su actitud ha sido una verdadera fábrica de independentistas.

Un presidente, que no ha dado públicamente la cara, en los días más difíciles de la democracia española, dejando eso en manos de la vicepresidenta, y finalmente del Rey. Ya es hora que los unos y los otros, responsables de esta catástrofe, unos por dejadez, y otros por acciones delictivas y sectarias, se marchen. Que nos dejen en paz, que dejen paso a otras personas que sean capaces de entenderse, y de dar salida a lo que con ellos es absolutamente imposible.

Políticos que sean capaces de hablar, de negociar y de entenderse, ante un problema de altísimo riesgo para nuestra convivencia. Y eso sí, quien haya transgredido la ley, que se enfrente a la justicia, como cualquier ciudadano que lo haga. Solución única: unos políticos al paro, otros a la cárcel, y otros nuevos a entenderse. ¿Ciencia ficción?

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