Ignacio

Se encuentra fácil el literato que cita a Chesterton y no escribe artículo sin poner masas cretinizadas

Extraño busco tu artículo en el ABC y repito, el ABC, porque yo compro y leo el ABC, (y también El País) y ya lo echaba de menos en la contraportada. Ignacio Ruiz Quintano, columnista contraportadista. Pero ya lo quitaron de la contraportada, quizás por ser demasiado bueno y no tirar directa sino aviesamente a la diana. Tirar literariamente, con multitud de referencias y recodos. Tirar no directamente es no tirar, dicen los sabios. La literatura está de más, sentencian los académicos. Todo lo que no sea tirar a dar en periodismo, en columnismo, es anatema. Todo lo que no sea decir a las claras lo que el supremo orden ideológico dicta, es alta traición, en el ABC, en el País, o donde sea. Por eso siempre se encuentra fácil el literato que siempre cita a Chesterton y no escribe artículo sin poner masas cretinizadas. Y lo leo pero me cansa. En cambio Quintano, que no leía siempre, cambiaba el paso lector del día, digo cambiaba porque no lo he encontrado este sábado. Como el vejestorio que cada día resuelve el problema de ajedrez, que en el ABC sigue siendo un problema, blancas juegan y ganan, y en El País una clase. Pero un día el vejestorio no encuentra su problema y se extraña. Ignacio retaba a los fofos teóricos del columnismo. Día sí y día también empañaba las ideas con citas y nombres. Y no decía nada claro, era su magia, y si con compleja cultura enciclopédica de frases y citas. Y claro, no quedaba nada claro, a quién le mete el dedo en el ojo, a qué grupúsculo jalea, qué color tiene, contra quién lanza los dardos ideológicos, quién le paga para que escriba de pago a favor o en contra, dónde están los agujeros de bala, dónde el revólver. Porque en la radio, la tve, el columnismo de misa y comunión diaria, se señala sin citas ni retruécanos al oprobiado, indignándose por cualquier cosa, justojuezjuzgando con la verdad siempre verdadera. Agitando la bandera mía, la buena. Déjense de fábulas y literaturas, hablen claro y alto, digan las cosas directamente, sin barroquismos que los no lectores no entienden. O están con nosotros o están con Ignacio Ruiz Quintano que esquiva el lanzazo y hace giros elípticos sobre cualquier referencia a lo actual. No pones Ignacio el insulto directo, el mazazo escrito. No llamas tonto, inútil, majadero a nadie y así nosotros, los lectores de culto, terminamos no encontrándote pasando de contraportada al interior y par. Sin par.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios