Libertad Quijotesca

Indulgere indultos

La clase política es muy indulgente consigo misma cuando abusan del poder. Ellos son la ley

Etimología es la disciplina de la Lingüística que estudia el origen de las palabras. Explica su significado, forma y la cronología de su incorporación al idioma. Toda nuestra vida está regida por las palabras. Vocablos pronunciados, escritos, cantados, imaginados o soñados. Es importante saber de dónde proceden, y como se transforman por el uso que les damos a lo largo del tiempo. También hay que observar como inciden en ellas los factores históricos, particularmente los de la vida cotidiana. El termino indulto procede del Latín indultus, que significa concesión, permisividad. La palabra procede del verbo latino Indulgere: ser benevolente o indulgente. Hacer una concesión o tener largueza, es decir, cualidad de abundancia o generosidad. Las voces indulto y amnistía están ligadas al ámbito de la administración de Justicia. Una de las tragedias de nuestro tiempo, de la terrible crisis de civilización que atravesamos, es que hemos naturalizado ignorar que todo derecho exige obligación. En la obligación de respetar el proyecto de vida de los demás reside la verdadera solidaridad. Del mismo modo, permitimos que se nos imponga la perversidad autoritaria de convertir cualquier deseo en ley. La democracia se basa en la justicia. Se construye sobre un valor ético y moral claro y conciso: nada ni nadie puede estar por encima de la Ley. De ahí la importancia de la separación, control y equilibrio, de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¿Podemos vivir en libertad sin justicia? Mediante la educación y cultura, incorporamos a nuestro entendimiento del mundo la importancia del respeto de las Leyes. Por eso es vital que la educación goce de libertad de cátedra y honradez intelectual. Añadamos otras cuatro palabras sobre las que pensar: necesidad, argumentación, debate y acuerdo. Son inseparables de democracia y libertad. La política con mayúsculas está ligada al pensamiento político, histórico y la participación ciudadana. Como sociedad, los españoles hemos permitido que nos roben la política. Domina el partidismo que ha degenerado en sectarismo. Es profundamente autoritario porque socava la separación de poderes. Particularmente el poder Judicial. No se respetan las sentencias de los Tribunales. La clase política es muy indulgente consigo misma cuando abusan del poder violando las Leyes. Así dejamos de ser ciudadanos. Muere nuestra democracia.

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