Lucho, vete ya

HAY muchas máximas en el mundo del fútbol. Y una de ellas es la de que si te enfrentas a Leo Messi, estás fuera. Da igual quién seas, tienes seguro todas las de perder. Así que a Luis Enrique más le vale ir haciéndose a la idea de que poco tiempo le queda al frente del Barcelona. Supuestamente, el que manda es el entrenador, pero cuando hay pesos pesados en el vestuario que se le ponen en contra, la cosa no suele acabar bien. Ha pasado incluso en el Almería con Soriano y compañía, así que no me quiero ni imaginar lo que debe ser ponerte en el punto de mira del mejor jugador del mundo.

Supongo que Luis Enrique no querrá dejar pasar la oportunidad de oro que se le ha dado de ser el entrenador de todo un Fútbol Club Barcelona. Pero la situación creo que se merece un "José Antonio Camacho". Eso sí que fue dar un zapatazo encima de la mesa. Que me ficha el club de mis amores, que no ha empezado ni la temporada... bueno, y qué, si no me dejan hacer mi trabajo con tranquilidad, ahí os quedáis.

Y vale que al asturiano le están dando unos arranques de entrenadorazo que es para echarle de comer aparte, pero lo que tampoco puede ser es que, por muy megacrack que seas, si te dejan un día en el banquillo líes la de San Quintín. Luis Enrique es también un tío con carácter, así que el pulso está servido.

Lo que parecería muy ingenuo por su parte es pensar que la batalla la puede ganar. La sola idea de que Messi esté a disgusto en Barcelona ya hace saltar las alarmas y nadie va a querer que en su currículo de presidente quede escrito que fue él quien dejó marchar al astro argentino.

Messi, un supuesto defraudador, es, mal que nos pese a muchos, el buque insignia del Barça. Me cae bien el pobre Lucho, pero se haría un gran favor si se fuese por su propio pie con la cabeza bien alta.