Utopías posibles

Mérito-demo-cracia

¿Meritocracia sí o no? ¿placer por el aprendizaje, valores democráticos o buscar un buen trabajo?

El debate sobre la meritocracia es recurrente en educación. El hecho de que la escuela sirva para obtener unas credenciales, un título, un «papel» que habilita para determinados oficios u orienta a un determinado futuro es visto con bastante recelo, especialmente por los sectores más de izquierdas y progresistas. Lo que criticamos, principalmente, es que demasiadas veces trabajamos para la prueba (llámese selectividad) y/o para obtener un título (ya sea de la ESO, de Grado, de Máster) en vez de por el placer o el interés por el aprendizaje. Además, ningún título refleja del todo la diversidad de saberes que se producen.

La afirmación de que «la universidad es una fábrica de parados» (mantra falso y leyenda urbana remanida) es especialmente molesta cuando sale de boca de personas con titulación universitaria. Cuando esos papis y mamis ingenieros, licenciados, funcionarios, empresarios que deben su bienestar en gran parte a sus estudios (y sus títulos) pronuncian la citada frase, a algunos se nos revuelve el estómago. Me recuerda a esos «jipipijos» que se gastan 150 euros en hacerse unas rastas, para parecer más antisistema, más de izquierdas, más «guay».

Mientras en educación aclaramos el significado de los «saberes básicos», las competencias, las actitudes, «aprender a ser» y hablamos de que cada vez las empresas y el mercado laboral valoran menos los títulos y mucho más otras cosas, las clases medias-altas lo tienen clarísimo: títulos de máster en las universidades más caras, idiomas hasta que salgan por las orejas, varias titulaciones, prácticas en el extranjero… a golpe de billetera, claro.

¿Cuál es la solución a la disyuntiva? ¿meritocracia sí o meritocracia no? ¿placer por el aprendizaje, valores democráticos o buscar un buen trabajo? ¿transformamos la sociedad, o nos ceñimos a reproducirla y entrar en la carrera por los títulos? Mi propuesta, y la de buena parte de la pedagogía crítica, pasa por el «todo a la vez». Queremos un futuro en el que la ciudadanía tenga conciencia crítica, sepa participar democráticamente, sea consciente de todos los problemas, retos y necesidades de nuestra sociedad… pero a la vez tenemos que garantizar que todo el mundo llegue donde quiera llegar en el ámbito de lo académico, incluyendo por supuesto los títulos, másteres, idiomas y todo lo que desee o sea capaz de obtener. Eso es lo que yo querría para mis hijas. ¿Y tú?

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