Modhir Ahmed, historia viva contemporánea

Modhir Admed es un autor que desarrolla sus trabajos con un compromiso social muy profundo

Modhir Ahmed, entre las calles de Almería. Bajo el auspicio de nuestra Alcazaba, adentrándose en un americano en el Kiosko Amalia de Puerta Purchena. Bajo la atenta mirada de Fernando Barrionuevo, entablando una conversación mitad inglés, mitad español, mitad árabe, pero siempre en busca de la luz. No hizo falta hacer más, pues nos encontrábamos ante un artista plástico cuya obra trascendía todos los modelos estéticos actuales.

Nacido en Bagdad, Irak, Modhir Ahmed ha vivido en Polonia y Suecia. Estudió en el Instituto de Bellas Artes de Bagdad y recibió la Licenciatura en Artes Gráficas. Su formación continuó en la Academia de Bellas Artes de Varsovia, donde obtuvo la maestría en pintura. Modhir acabó exiliado en Suecia, donde estudió Infografía, convirtiéndose en el director de The Print Workshop en Falun. En 2007, Modhir Ahmed hizo un libro de artista en Tomas Tranströmer 's Galleriet , titulado "Vecka nr II". Parte de la obra de Modhir Ahmed ha recibido la influencia del artista iraquí Rafa Al Nasiri, pionero de las artes gráficas en Irak.

Modhir Admed es un autor que desarrolla sus trabajos con un compromiso social muy profundo, donde la reflexión y la denuncia forman parte de su discurso plástico. Su poesía visual supone un referente en la reivindicación del mundo, a partir de su Irak natal, donde expresa el conflicto entre la responsabilidad social y el capitalismo, entre la deshumanización y la propia identidad del ser.

La obra de Modhir Admed parte del abstractismo. Y define el Arte como el resultado de una indagación de lo absoluto, subyacente tras toda la realidad fenoménica. Entender que tras el primer contacto que tenemos con los objetos y las cosas, lo que denominamos experiencia o conciencia, debemos profundizar y ver más allá de la superficie, de la materia. Por ello, sus pinturas evolucionan dentro del lenguaje abstracto, con marcados colores que establecen el universo pictórico al que pertenece o desde el que parte el autor. Entremezclándose los trazos finos horizontales y verticales, que contienen la vitalidad y la fuerza del pincel, que nos arrastra y que nos engulle en sus obras. El autor erige su trabajo como un acto de salvación que termina con su liturgia, con la compresión de la conceptualidad de acción y con el hallazgo de la belleza.

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