Hoy, 8 de marzo, se celebra el día internacional de la mujer. Una fecha señalada donde se conmemora la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en igualdad de condiciones con el hombre.

Hace unos meses escribí otra columna que titulé ‘Mi lado femenino’ Reivindicaba el papel fundamental de las mujeres que, aunque pueda parecer una obviedad considero importante recalcarlo, son el 50% de la población en número; pero en sensibilidad, empatía y entrega son mucho más, aportan del orden del 75%, por lo menos. Pero por si esto no fuera suficiente, tienen además un mundo interior más interesante, rico en matices, en sugerencias, con una amplia paleta de colores, en contraposición con las actitudes y el comportamiento primario, simplista y testicular que, generalmente, caracteriza al sector masculino.

Parece mentira que se siga necesitando utilizar esta fecha y poner el foco en las múltiples desigualdades que tienen que soportar las mujeres: La brecha salarial para el mismo tipo de trabajo; la discriminación misógina en los puestos directivos y de responsabilidad; los techos de cristal; la vejación permanente que supone la prostitución o la cosificación en anuncios tratando a la mujer como un objeto de deseo, son unas cuentas vergonzosas evidencias de esa discriminación. Una de las barreras más difíciles de superar es la del lenguaje. quizás porque tiene un fuerte poso histórico y de costumbre, que enmascara expresiones machistas. Es muy importante la educación en los colegios utilizando un lenguaje inclusivo, que vaya calando en los más pequeños y lo asuman como propio. Pero para tomar conciencia y reconocerlo se necesita poner distancia, alejarse del contexto; hay múltiples ejemplos de cómo un mismo concepto a palabra dicha en masculino implica un valor y en femenino tiene un sentido peyorativo u ofensivo. Si alguien es un poco zorro, es listo, espabilado, pero si es un poco zorra…No tiene la misma valoración ser un machote que un marimacho.

Vamos a terminar en positivo porque estamos celebrando el 8 de marzo, el dia de la mujer. Desde esta columna mando todo mi apoyo y solidaridad hacia las mujeres. Y el deseo de que vayamos avanzando entre todos en la merecida igualdad de derechos y deberes para que sea una realidad lo más pronto posible. ¡Siempre en esta lucha y a vuestro lado!