Se habrán dado cuenta al darse una vuelta por el Paseo de nuestra ciudad que las casetas que se instalaron en Navidad han continuado ahí más de un mes después de la finalización de las fiestas. ¿Por qué? Tiene una respuesta muy sencilla: Pasotismo municipal.

Esas casetas abandonadas durante semanas son la señal más significativa del precario modus operandi del equipo de gobierno del Ayuntamiento. Las luces de Navidad llegaron tarde y mal, en muchos barrios son los propios vecinos los que iluminan sus calles poniendo dinero de sus bolsillos. Si se dan una vuelta por los barrios periféricos (Pescadería, Barrio Alto, El Quemadero, etc.) podrán observar que la suciedad es parte del mobiliario urbano.

Visitar el Parque del Boticario o el del Andarax es ver la falta de cuidados, lo que ha originado que se hayan secado los estanques donde antes se podían ver aves y otras especies animales, arbustos secos, árboles y palmeras sin podar, farolas rotas en su mayoría, cartelería ilegible quemada por el sol, etc. Un absoluto desastre.

El Mesón Gitano y sus aledaños son una escombrera, una mala imagen para los visitantes que empobrece nuestra joya patrimonial que es La Alcazaba. Algunos turistas y vecinos se preguntarán si La Alcazaba es un monumento o un Punto Limpio. Punto Limpio en el casco urbano es lo que pedimos en una moción que fue aprobada en Pleno por unanimidad, pero viendo la "rápida ejecución" de las propuestas aprobadas a lo mejor llega en el año 2056.

Queda poco más de un año para las elecciones y, a pesar de que hayan transcurrido más de dos años desde las últimas, el PP volverá a accionar la maquinaria de las obras como suele hacer siempre que se acerca el periodo electoral.

Ahora, a los almerienses se nos viene en lo alto un aluvión de aceras y carreteras levantadas, calles cortadas, polvo y arena por todas partes y un sinfín de quejas y malestar por parte de los ciudadanos hartos ya de que nos tomen por tontos.

Aun así, los ciudadanos tenemos que romper una lanza por el equipo de gobierno: han conseguido que la noria de la Rambla se quede con nosotros cuatro años más. Y es que, si a Londres una noria le queda bien, a Almería le queda mejor.