áfrica se encuentra inmersa en un descontrolado proceso de crecimiento demográfico. Existe una serie de parámetros que condicionan la evolución de su futuro. Uno es el desequilibrio social. Una minoría educada y con elevado estatus económico convive en una inmensidad de pobreza. Otro factor es la connivencia de su clase dirigente con países desarrollados y multinacionales, para la explotación de sus recursos materiales. Se unen a los anteriores el incremento de la población y la ausencia de servicios públicos, protección y justicia social. Todo ello hace que su situación en el futuro se prevea explosiva. Dos núcleos, Nigeria y Sudáfrica, poseen mayores expectativas de protagonismo en los tiempos venideros. Otros tres: República Democrática del Congo, Costa de Marfil y Tanzania, por su peso demográfico, serán actores de gran importancia, y a lo que sumo dos naciones con alta tradición histórica y aceptable sector técnico, Marruecos y Egipto.

Nigeria y Sudáfrica son naciones con buena preparación tecnológica, sobre todo la segunda, y serán los inductores de todo el movimiento expansivo.

Nigeria aumenta su población cada día más, necesita expandirse. Posee un ejercito mejor cualificado que sus vecinos, riquezas naturales y una buena base industrial. Será quien inicie el empuje hacia más allá de sus fronteras. Se enfrentará al Congo, y vencido o coaligado continuará su expansión. Tanzania, Níger, y en menor medida Costa de Marfil, ofrecerán resistencia al primer embate, tras los cual desperdigarán su población hacia los países vecinos. El norte, el mar Rojo y el Índico será su refugio. Los pueblos hotentotes, junto al residuo blanco, se enfrentarán y resistirán en el sur. Etiopía igualmente ralentizará el avance, saltando a la orilla de la parte yemení. Los egipcios se atrincherarán junto al delta, aliados con Israel.

Los bereberes serán empujados hacia el Mediterráneo, expulsados de sus naciones, y pueden que pasen al sur de Europa. Algunos resistirán en el Atlas.

El mapa táctico de la política africana cambiará rotundamente. En el Centro ejercerá su influencia Nigeria, aliado o no con el Congo, y ejercerá presión hacia el sur y contra el pueblo etíope. Los pueblos periféricos se desplazarán hacia la costa, o al sur. Sólo Egipto, y puede que Marruecos, aguantarán en sus reductos costeros. Europa será asilo de norteafricanos, subsaharianos y gentes venidas del Sudán o centro de África, asentándose sobre todo en España, Portugal, Italia, Grecia y el sur de Francia.