Queremos ser donantes de órganos

Hay pocas cosas en la vida, excluyendo a la familia, amigos y muy allegados que puedan dar tanta emoción, satisfacción y orgullo como todo lo relacionado con el maravilloso mundo de la donación y transplante de órganos y tejidos. Mañana, 7 de junio, se nos presenta como el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos. Un día muy importante. Es un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para que se pueda hacer realidad, cada vez más, la palabra “donante”.

Es muy positivo que todo el que pueda (no todo el mundo puede, aunque quisiera), haga donación de sus órganos ya que esta solidaria decisión, cuando llegue el final de la vida, va a permitir a otras personas poder continuar viviendo con los órganos donados o, incluso, solamente con un trozo de algunos de ellos, como ocurre con el hígado. Amigo lector, ser “donante de órganos” significa entregar vida a otras personas necesitadas de salud, las cuales han llegado a tal situación que no sería posible continuar viviendo sin la solución de un “transplante” del órgano ya donado. Hermosa actitud de las personas, poder ayudar a otra u otras, sean del color que sean, de la confesión religiosa que sea, o incluso de ninguna, a seguir viviendo con una extraordinaria calidad de vida y al mismo tiempo poder rendir un servicio a la sociedad. En esta época que nos ha tocado vivir, en la que nos muerde la crisis haciendo estragos y conduce a actitudes que, en ocasiones, poco o nada tienen que ver con la solidaridad, es muy importante que estemos concienciados de la enorme importancia que tiene, para la vida de alguien, la donación de órganos. Para cualquier persona de bien es muy edificante, poder comprobar, cuando leemos las estadísticas, la gran cantidad de vidas que se pueden salvar buscando la solución de los transplantes de órganos y tejidos. Por todo ello, en medio de este mundo arañado por la crisis, es muy halagüeño comprobar, que existen muchas personas que, a través de la donación de órganos, al final de sus días, “se entregan” a los demás con un gesto que puede significar salvar muchas vidas. Si hay un acto más representativo de solidaridad humana es la ayuda en salud a quien más lo necesita.

“La donación de órganos y piel es considerada como un servicio a la vida…, es una forma de construir una autentica cultura de vida”.