Sabinismos

Los sabineros compondrán sus nuevas canciones y vivirá para siempre en el rollo continuo de su personaje

él, él y él mismo, yo, mi, me, sin ti. Con nuevos amigos. Sin él. Joaquín ya no necesita estar presente en ningún sitio. Además de grupos imitadores formados por sus propios músicos imitándole a él y a si mismos, siempre hay quien quiera hacer el enésimo documental o la enésima biografía, todo con el control del boss y entre tanta sabinidad ajena, mientras se fuma un ducados, hace como que contesta a las preguntas. En el mundo real los niños de papá se pelean y arman gresca. Resucitados los vetustos Viceversa y añadidos o remendados como postizos a las noches sabineras y otros inventos alimenticios, los nenes ya no se ajuntan. Y Él, en la encrucijada de tener que salir otra vez a la vejez a ver como las masas corean sus ripios por mor de dinerarios motivos, tiene que elegir entre ver el no filin de sus hijos y renovar el armario con posturetas de nuevas televisiones, Leiva, príncipe de los estilos salido de los escombros de las famas, al mismo tiempo se estrena (otro) profundo documental sobre el agorafóbico. Como ya no hace discos, cuando ya no necesite dinero para pagar incoherencias, una de dos, o faltará (eufemismo) o no será necesaria su presencia física. Como los Abba, puede mandar un holograma a sus conciertos. Los sabineros compondrán sus nuevas canciones y vivirá para siempre en el rollo continuo de su personaje. El holograma podrá también ir a las entrevistas y soltar su risa floja. También podrá soltar sus boutades como lo de la izquierda, que ya no se la cree debido a lo que ve. Y a donde mirabas antes bonico mío. Lo de la izquierda es ya lo más porque entonces ya no le cuadra ni la izquierda ni la derecha. A lo mejor ahora le da por hacerse de la UCD. En el camino hacia el desengaño senil y poco escarmentado de sus yuyus mientras alardea de haberse pasarse con todo nadie sabe ni le interesa por qué no le ha dado por hacer simplemente un disco básico de canciones y producción simple. Por qué todo lo que le rodea suena a equipo servil trashumante sin los cuales no puede ni ponerse un vaso de agua. Y por qué su casa va pasando de museo a monumento funerario con sarcófago incluido. Y el pobre Pancho, creado de patria potestad por su primogenitura es desheredado en un arranque del padre corpóreo. y a Él solo le habrá faltado mandar un motorista o enviar un triste mail. Seguro que simplemente le ha llamado por un teléfono fijo o ha buscado una cabina.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios