Sueños y trenes

Más reclamar pasta y no fechas, que con millones en la mano ya verás si las obras del AVE se terminan o no se terminan

Acoda de otros escritos rememoro como en las ondas y foros con fruición y supina insistencia se reclaman nuevos trenes llamados poéticamente cercanías, desde la capital a municipios nunca mejor dicho cercanos. Utópicamente luchando siempre contra el perverso coche, madre de todos los males que asolan a la humanidad, se imaginan y reclaman bonitos y nuevos trayectos de tren para ir radialmente tanto a municipios cercanos (y tanto, como Huércal de Almería), a medianamente lejanos como Fiñana, escondidos en los confines de la provincia. Bellos trayectos para que la familia deje de utilizar el coche los fines de semana y haga un estimulante viaje de tren cogiéndolo un sábado por la mañana y volviendo por la tarde digamos no sólo a la mencionada Fiñana si no también a El Ejido y por qué no, ya puestos, a Huércal-Overa, Vera, Garrucha, etc. Es decir, ahora que llevamos atascados con el AVE lustros o décadas en las que sólo bobos optimistas vislumbran fechas de terminación escogidas aleatoriamente por políticos secuaces (de otros políticos). Cuando vemos la cruda realidad, que están haciendo aquí un cimiento, allá el soporte de un puente y acullá un agujero, socavando, exactamente, todas las perspectivas. En ese fatídico momento en que vemos al pasar por una autovía llena de baches, como la tomadura de pelo es latente y rememoro, el vetusto soterramiento también décadas y lustros añorado, se quedó en una eliminación de un paso a nivel que duró años. Sí, es exactamente ahora cuando nos ponemos a imaginar papás con sombrero canotier y mamás con pamela llevando a la familia a desayunar sobre la hierba en verdes praderas de pueblos sin hierba. Y añorar, cómo no, labriegos con maleta de cartón y cuerda de esparto yendo a la capital a resolver asuntos con pólizas de 1 peseta y papeles del estado. No, espera, que para no saturar la autovía del poniente, imaginamos trenes con estaciones imaginarias que nos llevan un sábado al Corte Inglés con la fresca, pudiendo regresar a l'après-midi. Y como por arte de magia ponemos estaciones en toda la ciudad, en La Goleta, al lado del campo del Almería, donde Patatas Salcedo, por ejemplo. Hombre, la infraestructura ya la tenemos, al menos la nave. Oh, Almería, la eterna olvidada. Menos películas de Mary Poppins y más reclamar pasta y no fechas, que con millones en la mano ya verás si las obras del AVE se terminan o no se terminan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios