Actualícese, no me sea un facha

Usted es un viejo socialdemócrata con unos principios basados en la igualdad de oportunidades (¡qué cosa más antigua!) y en la redistribución de los recursos (como si todos los españoles tuviéramos idénticos derechos, cuando algunos son ciudadanos históricos y otros, como usted, acaban de llegar); pero los tiempos cambian (que es una barbaridad) y hay que actualizarse. Su cerebro funciona con un sistema operativo muy obsoleto, una especie de Windows 95 neuronal; instálese otro más moderno y presuma de progresista de última generación. Necesitará algún tiempo de terapia con la ayuda de un buen profesional. A continuación le pondré algunos ejemplos para que vea que usted solo no va a poder.

Habíamos quedado en que referirse hoy en día a la desaparecida ETA y, sobre todo, a los cientos de asesinatos aún no resueltos, era de fascistas. Ahora bien, lo que no procedía era condenar a esa organización terrorista, ¡porque ya no existe!, pero honrar y exaltar a muchos de sus asesinos, perdón, ‘gudaris’, como un verano más se ha hecho en fiestas del País Vasco y Navarra, eso no está mal visto, y es de progresistas. ¿O ha oído usted a algún tertuliano progre condenar esos homenajes? También es de progres minimizar lo de los okupas. Como bien ha dicho en un artículo un conocido exfiscal y exmagistrado del Supremo, obviamente progresista, “los okupas existen, pero son un problema infinitesimal que ha sido magnificado, con éxito, por las compañías aseguradoras que ofrecen sistemas de protección caros e ineficaces”. Aseguradoras aparte, si usted cree que el miedo a la inquiokupación (seguro que aún más infinitesimal) reduce el parque de viviendas en alquiler y las encarece, usted piensa como los de la derecha y la ultraderecha. ¿Que crecen en los portales inmobiliarios las viviendas okupadas puestas en venta? ¡Bulos de la fachosfera! Pero vayamos con lo fundamental (la lucha contra la desigualdad), sin dejar el artículo de ese exmagistrado, que dice que los que hablan de “cupos separatistas” desconocen “su raigambre histórica” e ignoran “que han ayudado al desarrollo económico de las autonomías tradicionales que han acogido a cientos de miles de conciudadanos que buscaban su bienestar en esas zonas”. ¡La raigambre histórica, pues claro! Algunos lo decimos de otra manera: el socialismo se puede ejercer con la cabeza, con el corazón o con el culo. Hoy se lleva este último. Actualícese, no me sea un facha.