Opinión

Luciano Calatrava

¿Dónde está el arca de Noé?

11 de septiembre 2008 - 01:00

CADA vez que llueve tenemos el mismo problema: los salones de la parroquia de San Pablo se nos inundan de agua. Así está ocurriendo desde hace varios años, desde que se enlosó la plaza del padre Serafín. El problema es que sólo hay una boca de alcantarillado en esta plaza y siempre suele estar atascada, lo mismo que la tubería que lleva el agua a la calle. En los diez años que llevo en la Parroquia nunca he visto limpiar esta boca de alcantarillado ni la tubería.

Esta es una plaza donde hay árboles, gracias a Dios, y caen a diario muchas hojas al suelo. Y cuando llueve, si hay alguna bolsa de plástico por allí también sirve para atascar tanto la boca de alcantarillado como la tubería. Otra de las causas por las que se inundan los salones parroquiales es que, cuando enlosaron la plaza, la dejaron a más altura que la entrada a los salones por lo que el agua llega a todos los rincones de las estancias formándose una balsa de manera que no se puede entrar. Esto hace que los muebles de los salones se estén perjudicando mucho.

Hace aproximadamente un año, la concejal de Participación Ciudadana, Pilar Ortega, estuvo aquí donde pudo ver sobre el terreno lo que estaba pasando. Tomó nota de todo para comunicarlo a la concejalía correspondiente.

El presidente de la asociación de vecinos, según nos ha dicho, ha comunicado ya al concejal de Obras Públicas, Francisco Amizian, la necesidad de que alguien tome medidas al respecto pero aquí lo que vemos es que nadie está haciendo nada. La única solución, si es que siguen sin hacernos caso, es invitar a todos los feligreses de la Parroquia a que vayan a la puerta del Ayuntamiento de Almería a ver si nos escuchan gritando a todos a la vez. No queremos tener que llegar a tomar esta medida pero si no nos atienden, no tendremos más remedio que hacer algo que meta ruido.

Esperamos que se imponga la sensatez y que pronto veamos este tema resuelto.

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