El circo de España

Si el señor Puente, don Óscar, ministro de railes nombrado por Pedro Sánchez, es el encargado de traer el Ave a Almería, es para echarse a temblar. No sabemos si llegará, lo robarán en el camino, llegará a salir de Atocha, o lo hará con retraso. Si me invitan al primer viaje, conmigo que no cuenten, no quiero estar horas y horas sin luz, calefacción si es en invierno, aire acondicionado si es verano, con el bar arrasado a las pocas horas, ni agua había y con los servicios cerrados. Lo de orinar se complicó, era imposible, los viajeros aguantaron, qué buenos, qué dóciles nos estamos volviendo. No les da la impresión de que estamos empezando a tener miedo, mucho miedo, demasiado miedo ante los actuales gobernantes. Ahí tienen a los trabajadores del Parador de Teruel, recibieron una cartita de la dirección para que no hablaran sobre lo ocurrido cierta noche con la presencia de un ministro y la entonces delegada del gobierno en Aragón. Que ocurre lo del apagón, los ciudadanos a cantar y bailar. Que se mantienen encerrados horas y horas en mitad de la España profunda en el Ave del futuro y de la alta velocidad, sin ninguna explicación por parte de los trabajadores, ellos tampoco recibían información, a estar calladitos, y como vienen de la tierra de María Santísima, a las palmitas y a bailar sevillanas. “Algo se muere en el alma, cuando no se mueve el tren.” Y la culpa de los retrasos no son de Óscar Puente, que lo tangan ustedes claro, son de Tejada, que anda siempre dando la murga con los retrasos y lo mal que funcionan, como si todo el año fuera carnaval. Por las largas y catastrófica paradas, nadie se hace responsable. Es el pan nuestro de cada día cuando intentamos hablar de las políticas ferroviarias del gobierno del Psoe. Ellos, los sanchistas, nunca son responsables de nada. Siempre hay otro al que echar la culpa, y si no lo hay, se inventa, se lanza el rumor, lo repiten las terminales una y hasta cien veces en las radios y las televisiones, en las tertulias y en los comentarios: Tejada, Tejada, Tejada. Y al final, la culpa, ya lo verán ustedes, será de Tejada. Del ministro nada, que él anda en X haciendo de defensor de Pedro, que para eso lo nombró ministro, aunque no sepamos qué responsabilidades lleva en su cartera, no creo que sea la de vías y trenes con lo buen ministro que es. España parece un circo, y se nos ha llenado de políticos disfrazados de payasos. El espectáculo no ha acabado, no canten victoria, se siguen anunciando nuevas funciones.