La ciudad y los días
Carlos Colón
Vuelve la nunca ausente
Ya hemos superado el ecuador de un nuevo gobierno del PP en el Ayuntamiento de Almería y ya se ha desvelado su hoja de ruta: una frenética carrera por inaugurar obras y por anunciar proyectos que se venden a bombo y platillo como hitos de una gestión brillante.
Sin embargo, más allá de la brillantez efímera del día de la inauguración o de la presentación ante la prensa y las redes sociales, la realidad de estas iniciativas es que, en la gran mayoría de los casos, terminan convirtiéndose en monumentos al abandono y dejan tras de sí un rastro de frustración ciudadana.
Ejemplos de ello tenemos en el mirador de San Cristóbal, en el entorno del Hospital Provincial, en los jardines de La Hoya, en la plaza de la Policía Nacional…. Se invierten grandes cantidades de dinero para rehabilitar espacios icónicos de nuestra ciudad pero, una vez pasado el brillo inicial, se convierten en lugares que se degradan por la falta de mantenimiento y de vigilancia
El equipo que dirige María Vázquez parece tener una obsesión con la ‘foto de la inauguración’, con el titular de prensa, pero se olvida de la responsabilidad que viene después: la de cuidar lo que se construye.
Es una visión a corto plazo que ignora la calidad de vida de los almerienses. La última de estas decisiones sin sentido es el cambio del pavimento del Paseo de Almería. Se ha sustituido un suelo funcional por uno poroso que, a los pocos días de ser instalado, ya se encuentra sucio. Es una decisión estética, sí, pero que ignora la funcionalidad y la limpieza de la principal arteria de nuestra ciudad. ¿Realmente era necesario gastar 11 millones en eso, mientras otros barrios necesitan mejoras más urgentes?
Creemos que ya es hora de cambiar de rumbo. Es hora de dejar de lado el ‘más es más’ y empezar a pensar con realismo. No se trata de renunciar a la ambición, sino de ser inteligentes y responsables con los recursos de todos. Es preferible realizar menos obras, pero que estas sean útiles, duraderas y que se mantengan en el tiempo.
Nuestra visión es la de una Almería en la que los parques infantiles no tengan columpios rotos y donde los niños no se asen de calor; en la que las aceras no sean intransitables y en la que los espacios rehabilitados sigan siendo un motivo de orgullo.
El mantenimiento no es una inversión visible, no da titulares, pero es la base de una gestión seria y comprometida.
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