Opinión

Pedro Parra Chacón

Coherencia fuera del encuadre

06 de agosto 2025 - 03:10

En política, la coherencia debería ser un valor, no una rareza. Sin embargo, en Almería, asistimos a una curiosa pirueta protagonizada por la Diputación Provincial, gobernada por el Partido Popular. Hace no tanto, dirigentes del PP —incluido su presidente nacional— viajaron a Bruselas para poner en duda la capacidad del Gobierno de España para gestionar los fondos europeos. No solo mostraron una profunda desconfianza, sino que pidieron directamente que esos fondos no llegaran a nuestro país mientras gobernara el PSOE.

Y ahora, con total naturalidad, los vemos posar sonrientes en inauguraciones de proyectos financiados precisamente con ese dinero que intentaron bloquear. Allí están, en primera línea, con pala en mano, como si de ellos dependiera que esas inversiones se hicieran realidad. La escena es tan previsible como desalentadora: el oportunismo político vuelve a imponerse a la honestidad institucional. Esta actitud, además de incoherente, resulta profundamente irrespetuosa con los ciudadanos que exigen transparencia, responsabilidad y compromiso con la verdad.

Lo cierto es que esos fondos llegaron porque el Gobierno de España —sí, el que ellos cuestionaban— hizo su trabajo con rigor y compromiso. En lugar de sabotear el proceso, se volcó en cumplir con los criterios de la Unión Europea para garantizar que esos recursos transformadores llegaran a todos los rincones del país, incluida nuestra provincia. Gracias a ese esfuerzo, hoy se están rehabilitando espacios públicos, mejorando infraestructuras y modernizando servicios que llevaban años olvidados.

Es importante subrayarlo: estos fondos no caen del cielo ni son fruto de una varita mágica provincial. Detrás de cada euro hay una planificación seria, una justificación técnica y una interlocución eficaz con Europa que ha sabido encabezar el Ejecutivo central. Es fácil subirse al carro cuando todo está hecho, pero bastante menos digno apropiarse de un mérito que no corresponde.

Mientras tanto, los ciudadanos observan. Algunos, con resignación. Otros, con indignación. Porque una cosa es la legítima disputa política, y otra muy distinta es intentar reescribir la historia al servicio de la foto. Los fondos europeos son una oportunidad histórica, y sería deseable que su gestión estuviera a la altura, sin teatrillos ni palas para la galería.

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