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Javier Soriano Trujillo

El cuartel de Loyola, otra victoria independentista

18 de noviembre 2023 - 00:00

En el Consejo de Ministros del pasado martes 7 de noviembre, se aprobó la enajenación al ayuntamiento de San Sebastián del Acuartelamiento de Loyola y otras propiedades del Ministerio de Defensa, por el procedimiento de adjudicación directa y por algo más de 74 millones de euros. El cuartel de Loyola es un recinto militar enclavado en el centro de San Sebastián, en el barrio de Loyola, en la ribera del río Urumea, próximo a la montaña de Ametzagaina, entre los puentes Urdinzuko y Esparchoko. Es el cuartel más importante de las Fuerzas Armadas y del Ejército de Tierra en la provincia guipuzcoana.

A principios del siglo XX, el castillo de la Mota (de Urgulleco) en el monte Urgull, no reunía las condiciones necesarias para el acuartelamiento de las unidades militares en San Sebastián. Por ello, el propio ayuntamiento de la ciudad compró los terrenos de Loyola para nuevos equipamientos militares, y en 1920 comenzaron las obras, que terminaron en 1926. Desde entonces, el Cuartel de Loyola sirve como acuartelamiento al Regimiento de Infantería “Tercio Viejo de Sicilia” nº 67, que llegó a San Sebastián por primera vez en 1719, entonces con el nombre de Regimiento “África”. A lo largo de la primera etapa del reinado de Felipe V, se llevaron a cabo una serie de campañas en Italia con el fin de lograr recuperar aquellos territorios que fueron cedidos por nuestra Corona tras la paz de Utrecht en 1713. Por este motivo se abrieron diferentes frentes en Europa, entre ellos el de nuestra frontera pirenaica que trajo como consecuencia el asedio que sufrió la plaza fuerte de San Sebastián en 1719. El “Tercio Viejo de Sicilia” Nº67, entonces Regimiento “África”, fue trasladado a esta ciudad para su defensa. A partir de esta fecha, se sucedieron las estancias del Regimiento, siendo a mediados del siglo XIX cuando quedó de guarnición definitivamente en esta ciudad.

La historia de este Regimiento es extensa y plagada de hechos de armas. Creado como Tercio en 1535, ha tomado parte en los hechos históricos más relevantes de la Historia de nuestra Nación. En estos 488 años de vida, su actuación ha sido destacada en batallas decisivas como la de Lepanto, que marcó el devenir de la historia de Europa y del mundo. Ha combatido en cuatro continentes, en más de 100 campañas y en más de 1.300 combates.

Pero hoy en día, este Regimiento no es tan sólo una Unidad moderna de combate, con un alto grado de preparación, es la representación del Ejército de Tierra en San Sebastián y en Guipúzcoa. Una representación que podría concluir con esta enajenación. Es normal que la organización militar se vaya adaptando a la evolución de los tiempos, y esto incluya un redespliegue de las Unidades operativas dentro del territorio nacional, pero en este caso, el del Acuartelamiento de Loyola y el Regimiento “Tercio Viejo de Sicilia”, tiene un especial significado puesto que implica el arriado de la Bandera Nacional en un lugar emblemático de la ciudad de San Sebastián y de la provincia Guipuzcoana.

El cuartel de Loyola no ha tenido una presencia relevante en los medios de comunicación como la de la Jefatura Superior de Policía, en Via Laietana (Barcelona), pero al igual que esta última instalación es un objetivo a conseguir por los independentistas catalanes, Loyola lo era para el frente independentista vasco desde hace décadas, y ahora, en una maniobra muy discreta, al amparo del ruido político de la vergonzosa presunta amnistía, lo han conseguido, y con ello, probablemente concluyan los 300 años de historia del Regimiento “Tercio Viejo de Sicilia” en San Sebastián, uno de los Regimientos más antiguos de nuestro Ejército de Tierra, aunque espero que se lleven a cabo los planes de traslado de esta Unidad a los terrenos de la antigua hípica de la ciudad y lo eviten.

Por eso, en estos momentos en los que la actualidad se centra en la amnistía de golpistas y malversadores, no debemos perder de vista decisiones como la enajenación del cuartel de Loyola, que forman parte de la “letra pequeña” del ideario independentista. No es lo mismo cuando se han enajenado cuarteles en otras Comunidades, a este de Loyola, con el arriado de una de las pocas Banderas Nacionales que aún ondean en edificios públicos en Guipúzcoa. Si no se llevase a cabo su traslado a la antigua hípica, desparecería prácticamente la presencia militar en esta área geográfica, lo que encaja con las pretensiones independentistas de reducir a la nada la presencia del Estado.

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