Derecho de admisión

La legislación exige que los requisitos sean públicos y no discriminatorios, lo que genera en cierto sector conflictos con los locales que, entre otras cosas, no admiten mascotas o incluso niños.

Estamos en época estival y pronto saltarán noticias sobre problemas por el dicho “derecho de admisión”. Julio y agosto, meses de las vacaciones por excelencia y cuando casi todos los pueblos de España están de fiestas, suelen darse más conflictos entre empresarios y consumidores. Hoteles, restaurantes, sobretodo discotecas, y una larga lista se reservan el derecho de admisión, que les permite prohibir la entrada a personas que no cumplen con determinados requisitos.

Para que el derecho de admisión sea válido, los motivos de exclusión no pueden atentar contra el principio de igualdad que consagra el Art.14 de la Constitución. No se le puede impedir la entrada a una persona por motivos raciales o atendiendo a su sexo, orientación sexual, religiosa o política, nacionalidad o discapacidad.