Cambio de sentido
Carmen Camacho
Te quiero
Existe un célebre y clásico dilema moral que dice lo siguiente: “Un edificio arde en llamas y tu mascota está dentro.
Entras para salvarla y descubres al bebé de tus nuevos vecinos, a quien aún no conoces. El inminente derrumbe del edificio hace que solo puedas salvar a uno de los dos. ¿A quién salvarías?”.
En otra época supongo que la gran mayoría se decantaría por el bebé, no me cabe ninguna duda, pero hoy se ha planteado de nuevo este dilema en las redes sociales y el resultado, aunque parezca mentira, ha estado reñidísimo, dándose miles de justificaciones a favor del animal. No sé a usted, amigo lector, pero a mí me parece una cuestión muy preocupante. Desde que en 2023 la Ley de Bienestar Animal marcará unas nuevas pautas en el cuidado y la relación con las mascotas, los tutores (nada de propietarios o dueños) han tenido que ponerse las pilas.
Pero un bebé es un ser humano.
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