Dormir en el Paseo

Se ha cerrado la primera parte de las obras del Paseo, con retraso, pero ya se saben cómo son las cosas de palacio, que van muy despacio. Algo hemos avanzado, dicen desde la plaza Vieja. Pero no se han acabado los problemas, aún queda la segunda parte, y ocurrirá como con la primera, que se retrasará, como mandan los cánones de las obras públicas. Leí algo que manifestaban los comerciantes, y qué razón tenían, son ustedes las planificadores de las obras, son por lo tanto las culpables de los retrasos producidos. Y miraban a las responsables de la casa consistorial.

Con lo de Planificar, lo que se dice planificar, no ha debido tener suerte la señora alcaldesa. Es cierto que ella no se dedica a la construcción, ni siquiera al urbanismo, pero tiene técnicos, y bien pagados en el ayuntamiento para que le hubieran aconsejado ante las fechas propuestas. ¿Lo hicieron? Si fue así, te equivocaron, María, y equivocaron a Eloísa, aquel día debía estar debajo del almendro y no se enteró bien de los consejos. El problema de estas cuestiones, en las que tropiezan todos los políticos, de uno y otro signo, los pagan los que no tiene culpa de nada, los que se pasan por caja y abonan sus impuestos, a los que ustedes les suben los impuestos para que se puedan lucir con sus obras, esas que van a cambiar, dicen, la fisonomía de la ciudad: los ciudadanos.

A unos les afecta más que a otros, pero todos, de alguna u otra manera, se ven afectados por la demora de las dichosas. Especialmente los que tienen su negocio en los alrededores, y que ven como tienen que cerrar, o bajar sus ingresos en un tanto por ciento muy importante. No olviden a los trabajadores que ha tenido que ir al paro, y que era de desear que vuelvan cuanto antes a sus puestos. Pareció bien la decisión de María de que se trabajara en turnos de noche, en un intento de acabar las obras en día y forma. Lo que no debió pensar doña María es que eso iba en contra de unas normas puestas por el propio ayuntamiento en la defensa del descanso de los ciudadanos. Las terrazas de los bares tienen una hora para el cierre, tienen que dormir los vecinos. Y estoy de acuerdo con la medida. Lo que me resulta chocante es que se la quiera saltar el consistorio, aunque no me extraña, ya lo hicieron cos los ruidos de un festival, recuerdan, por lo que, si hace falta que no descansen, o duerman los vecinos durante unas semanas o meses, que se aguanten, pero las obra del Paseo tienen que acabar.