Si la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional lo aprueba la próxima semana, el fondo londinense CVC pasará a formar parte de la misma con un 10%, inyectando casi 2.700 millones de euros en la competición. Todos los clubes de primera y segunda división se beneficiarán de ese dinero para modernizar sus instalaciones, digitalizar actividades, desarrollo internacional y, en porcentajes muchos menores, para fichajes y atención a las cuantiosas pérdidas sufridas como consecuencia del COVD-19. La inversión del prestigioso fondo, especializado en competiciones deportivas en todo el mundo, demuestra la pujanza y el prestigio del fútbol español en el mundo. El modelo que LaLiga ha creado en los últimos años favorece la solidaridad de los clubes más grandes e internacionalmente conocidos, con los más pequeños y modestos, dando a todos la oportunidad de llegar tan lejos como lo permitan sus méritos deportivos, y de participar en competiciones europeas con rivales del máximo nivel.

La industria del entretenimiento que ha creado Javier Tebas al frente de LaLiga es sin lugar a duda un éxito empresarial, pero también y especialmente un éxito deportivo, que durante muchos años y hasta que comenzó el COVID-19, ha hecho que nuestros clubes estén saneados y sean económicamente sostenibles. Ahora todos los clubes están dando un paso más con la ambición de situar a la competición española al frente de las ligas europeas, codeándose con la Premier inglesa. Lo que va ocurrir si así lo deciden democráticamente la mayoría de los clubes, supone una inyección de liquidez sin precedentes para el conjunto del fútbol español, porque LaLiga destinará fondos al Consejo Superior de Deportes, a la Real Federación Española de Fútbol y por lo tanto también al fútbol femenino, que tan merecido lo tiene y tanto lo necesita.

La llegada de fondos e inversiones multimillonarias a España, después de año y medio de sacrificios y dificultades económicas es una magnífica noticia que nos debe llevar a recuperar la confianza en lo que somos y lo que hacemos. Industrias de prestigio que pasean la marca España por todo el mundo, recuperan la confianza y las expectativas de inversores internacionales porque creen en su potencial y en su crecimiento futuro. Lo que ha conseguido LaLiga es un buen ejemplo de lo que pueden y deben conseguir otros sectores.