Emparrar el Paseo

02 de agosto 2025 - 03:09

En Almería no andamos sobrados de ideas. Siempre hay quien se nos adelanta y, cuando las copiamos con el retraso habitual ya están desfasadas. Por ejemplo, las plazas duras las inventaron los nórdicos en los cincuenta para sus climas fríos y húmedos, con objeto de aprovechar el poco sol. Veintitantos años después, Campo Baeza nos diseñó la plaza de la Catedral como un secarral con palmeras; el proyecto se ejecutó a finales de los noventa. Y así han seguido la mayoría de nuestros urbanistas y políticos, “despejando” plazas y espacios urbanos en general. El penúltimo ha sido el intento de dejar la plaza de la Constitución como un solar.

Volviendo al inicio, la idea de Jerez de la Frontera de cubrir calles con emparrados debería haber sido almeriense, ya que a parrales y emparrados no nos gana nadie. Si en Jerez es una práctica habitual en las bodegas, los emparrados de la uva de mesa cubrían miles de hectáreas de nuestra provincia. Estamos a tiempo de copiar algo ya, no dentro de veinte años. Y si no queremos que nos digan copiones podemos usar otras plantas: ya existen algunas calles en la capital con sombra similar o superior a la de las parras: Conde Ofalia, Infanta, González Egea, Guzmán, plaza Bendicho, con acacias, ficus, jacarandas…Aunque el emparrado es más nuestro y seguro que sale más barato que alquilar toldos.

El cambio del asfalto por otro tipo de pavimento también está de rabiosa actualidad. En nuestro caso sí estamos avanzando al cambiar, en muchas calles del centro, el asfalto y las piedras negras por piedra porosa y de color claro. Además del Paseo y la Plaza Vieja, ya están así pavimentadas las calles aledañas a la plaza Careaga, Administración Vieja y otras varias. La pega es que el material elegido, además de claro y poroso, es friable, o sea que se desmorona. El tiempo dirá si funciona o hay que cambiarlo pronto.

En esa línea de copiar con retraso, ahora estamos de lleno en la proliferación de pisos turísticos cuando muchas ciudades afectadas están empezando a restringirlos o, directamente, a prohibirlos. En lo que sí estamos en vanguardia es en bares y terrazas. La única idea en toda nueva o modificada urbanización es poner bares. Véase como ejemplo señero, porque hay cientos, el próximo Puerto Ciudad. Y en cuestión de actividades culturales, solo se nos ocurre montar otro “fest”. Ya verán como en el futuro Puerto Ciudad acaba celebrándose un “Dreamharbour”. O varios.

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