La Buhardilla

Manuel Lucas Matheu

Un espejismo peligroso

HAY muchas personas que piensan que el uso de drogas puede aumentar su potencia sexual. Cuando hablamos de drogas me refiero también al alcohol, que es una potente droga institucionalizada, pero que cuando se habla de drogas, no entra en el consciente colectivo como tal. Los investigadores, Pablo Vallejo Medina, profesor de la Universidad Santo Tomás de Colombia, y Juan Carlos Sierra Freire, de la Universidad de Granada, evaluaron cuatro áreas del funcionamiento sexual: deseo sexual, satisfacción sexual, excitación sexual y orgasmo, en un total de 905 hombres, de los que 550 eran dependientes de siete sustancias de consumo preferente: alcohol, cocaína, cocaína y alcohol, heroína, marihuana y speedball (heroína + cocaína). Este estudio demostró que todas estas áreas se encontraban significativa y moderadamente más perjudicadas en el grupo consumidor de drogas, que en el de aquellos sujetos que no consumían. El alcohol es la droga que más afecta a la función eréctil. El orgasmo se afecta más en consumidores de heroína, seguidos por los consumidores de cocaína, alcohol y speedball, todos ellos en la misma medida. Es cierto que el uso de algunas drogas, puede desinhibir y eliminar las timideces para iniciar un cortejo. Por ejemplo el alcohol es un depresor del sistema nervioso. Y deja adormecido al lóbulo frontal, que se relaciona con el control de los impulsos y el juicio. Y por tanto hay una cierta liberación. Pero en el lóbulo frontal también radican la planificación, coordinación, control y ejecución de las conductas. A partir de ahí, el fallo sexual puede estar asegurado, aunque el cortejo haya sido un éxito. Y que finalmente ocurra, lo que describe perfectamente la canción Ojos de Gata, de Los Secretos. Es decir que al día siguiente, ni se recuerde, que en realidad no pasó nada, porque la respuesta sexual no existió. Por cierto, el gran músico, que cantaba esta canción, Enrique Urquijo, ya no está entre nosotros por culpa de una sobredosis. Por otro lado, la respuesta sexual es sostenida por un delicado y sorprendente equilibrio entre dos sistemas nerviosos antagónicos, el de alertización y estrés, y el del relax (simpático y parasimpático). Y cualquier sustancia que incida sobre alguno de ellos, romperá este equilibrio, y también esta respuesta sexual. Todo esto referido al uso ocasional de las drogas. Pero el efecto destructivo, del uso constante de drogas, es aún mucho más dañino. El espejismo sexual de las drogas, puede engañar a muchas personas, que tienen dificultades relacionales y de autoestima, o que creen que éstas les pueden solucionar sus problemas sexuales. Gran error.

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