Si están de vacaciones por el monte aprovechen para coger algún palito o alguna piña. Lo digo para preparar la leña de este inverno. Aunque no se la jueguen mucho tal y como está la ley de montes porque a lo mejor les multan. Así que lo mejor será ir comprando una buena sudadera o polar para poder pasar las bajas temperaturas. Esto es lo que nos aconseja este Gobierno: abrigarnos bien e ir sin corbata ahora en verano.

Es una vergüenza que lleguemos a términos de esta calaña. Ver a un presidente del Gobierno cerrar un curso político afirmando que todo está estupendo y que lo que tenemos que hacer es ir en chanclas o pantalón corto es una burla a esta sociedad continua. No entiendo por qué se llega al límite de todo. Por ejemplo, el precio de la luz. Llevamos hablando de esto un año y Sánchez sólo ha echado la culpa a Putin. Hace un año expertos energéticos daban la solución al Ejecutivo, pero como suele ocurrir, no hicieron caso a nada.

Todas las medidas llegaron cuando le vieron las orejas al lobo. Pero manda pantalones que la reducción del IVA o la famosa isla energética llegaran después de 10 meses de una factura de infarto. Ahora vemos cómo los organismos económicos nacionales e internacionales avisan de un crecimiento pésimo para unos presupuestos irreales que sólo buscarán ser aprobados después unos cuantos millones dados a los socios independentistas catalanes.

La historia se repite. Me refiero a la de Solbes y Zapatero. La palabra recesión suena ya y aquí lo importante es hablar bien de unas cifras de paro que son buenas. Pero son buenas por la estación en la que estamos y por el maquillaje integro de los fijos discontinuos. No lo entiendo. Cuando mi padre me decía: "José cuidado con esto que va ir mal", acataba la indirecta y actuaba. Aquí nadie se da por aludido por los informes del Banco de España o el europeo.

Prepárense porque viene unas curvas que ni El Cañarete y escucharemos la famosa frase: "estamos trabajando en ello". Luego llegarán los de la gaviota (porque los del verde chichón se apagan poco a poco) y empezarán con el hacha del recorte y nos llevaremos las manos a la cabeza.

En definitiva, cojan un buen anorak de plumas de oca y saquen el brasero del trastero, empieza lo bueno.