El callejón del gato

No a la guerra

Lo mismo da que sean israelíes o palestinos. Son personas inocentes por las que habría que hacer lo posible para que acabase esta guerra

M E preocupa la manera de posicionarse que tienen algunos, en nuestro país, a la hora de analizar la terrible situación que se está produciendo en Israel-Gaza, en función de una determinada ideología. No es necesario que diga de parte de quien se pronuncian unos y otros porque está a la vista. Tan condenable es el atentado terrorista de Hamás con más de mil seiscientos muertos, sus fusilamientos y secuestros a civiles, como la respuesta de Israel bombardeando Gaza de forma indiscriminada produciendo miles de muertos, también entre la población civil. Hamás, además de los daños que causó con el atentado terrorista, motivó una provocación al gobierno israelí, que era de esperar una reacción de la manera violenta que lo ha hecho. Alguna responsabilidad tiene al no prevenir las consecuencias que pudiera ocasionar su atentado en el pueblo palestino. Netanyahu advirtiendo que “los bombardeos son sólo el comienzo”, hasta acabar con Hamás, se equivoca. Producirán tantas víctimas como se proponga, pero cuanta más violencia despliegue contra el pueblo palestino, más simpatizantes engrosarán las filas de Hamás. Las imágenes que estamos viendo, no son de bandos militares armados combatiendo en un campo de batalla, sino de hombres, mujeres y niños, - vivos, heridos o muertos - entre los escombros de edificios destruidos por los bombardeos. Lo mismo da que sean israelíes o palestinos. Son personas inocentes por las que habría que hacer lo posible para que acabase esta guerra. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como representante de España, que ejerce la presidencia del Consejo de la EU, declaró en la cumbre de la paz celebrada en Egipto, convocada para avanzar hacia una desescalada militar, que las prioridades deben ser proteger a la población civil, garantizar su acceso a la ayuda humanitaria, liberar a los rehenes de Hamás y evitar que el conflicto se expanda. También ha mantenido una conversación con Netanyahu para pedirle un alto el fuego en Gaza y que permita la llegada de ayuda humanitaria a la población. Aunque no parece fácil que se cumplan sus iniciativas, a la vista del comportamiento de los estados participantes en la cumbre de Egipto, que no han conseguido llegar a un acuerdo conjunto, son de celebrar las palabras del presidente del Gobierno apostando por la paz. Posicionarse a favor o en contra de uno u otro bando, no favorece que algún día se establezca la paz entre israelíes y palestinos. No a la guerra.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios