Hablar con socialistas

05 de julio 2025 - 03:08

Durante estos días he mantenido más de una y de dos conversaciones con conocidos y amigos socialistas. Me ha llamado la atención el que no quieren hablar de lo que está ocurriendo dentro de su partido a nivel nacional. Hablan de sus agrupaciones, de sus pueblos, de las futuras listas locales y de la gente que está entrando en las mismas. Pero cuando tocas la cuestión de Cerdán, hoy en prisión, o de Ábalos, Koldo y cía, silencio. Y de Sánchez ni mijita. Es como si quisieran borrar de su panorama político diario lo que está ocurriendo en Madrid. Se quieren ceñir a lo cercano, y se entiende, quieren defender lo que todavía les queda de esperanza en su partido como militante de base y de ese grupo más cercano al que pertenece, que tiene lejana la corrupción, que no sabe lo que es gastarse el dinero público en coca, puticlubs y otras zarandajas. El problema es que algunos de los líderes provinciales no les ayudan. Cuando aparece alguno de ellos diciendo alguna santa y proverbial memez no saben dónde esconderse. No quieren creer lo que les cuentan los medios de información, pero cuando hasta los afines recogen las noticias, hasta los bien pagados con la publicidad institucional se revuelven contra lo que ha venido ocurriendo con estos bandarras, los cientos de militantes de a pie, los de los pequeños y medianos pueblos, no saben qué argumentos usar para quitarse lo que le está cayendo al partido. Cuando llega Felipe, y le oyen decir que no votará a su partido mientras estén en él gente como la actual dirección, con Pedro a la cabeza, se les caen todos los palos del sombrajo. Felipe, nuestro Felipe, cuando dice eso de la amnistía, por algo será. Una de las personas con la que conversaba la semana pasada, tenía el reflejo en su cara de lo mal que lo estaba pasando. ¿Cómo defender, debía estar pensando mientras hablaba conmigo, a un partido en el que da la impresión, y los jueces lo demuestran en sus escritos, que todos los altos cargos de Madrid están robando? Debe ser duro en estos momentos ser un militante socialista honrado, querer que tu partido gane las elecciones sin corruptos en las listas, que lo dirijan unas personas que lleven la honradez por bandera, así como la igualdad y la justicia. Los partidos no dejan de ser un reflejo de cómo es la sociedad en la que vivimos, y mucho me temo que tenemos que perder las esperanzas de encontrar alguno que pueda hacer renacer en nosotros la esperanza de nuevos tiempos, de gente honrada que vaya a la política a servir, no a servirse de ella.

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