Justicia y democracia

26 de agosto 2025 - 03:08

No cesan, gran cantidad de personas arriban a nuestras costas buscando una existencia mejor, huyendo de la miseria, opresión y una vida sin expectativas. Les han prometido un paraíso idílico donde todo cambiará. Mientras, en el trayecto hacia la Tierra prometida, van desapareciendo muchas ilusiones, pues el peligro de la travesía marítima reclama sus muertos.

En Europa, cuando han conseguido llegar al Paraíso soñado, podrán ayudar a sus familias, enviando a sus países de origen parte de sus ahorros. Consiguen así mejorar las vidas de sus familiares, paliando la pobreza en que se desenvuelven.

Sus países de procedencia están sometidos a guerras civiles, regímenes corruptos, dictatoriales, gobernados por clanes que se enriquecen con las abundantes riquezas de sus naciones. Podrían, gobernados con justicia, y bajo regímenes dirigidos hacia el bien común, iniciar un desarrollo político-social, pero el enquistamiento secular de una clase social superior, aliados con los nuevos dirigentes, han creado Estados sometidos a los intereses de empresas multinacionales, cada vez menos europeas, soportadas por China, Rusia y en menor medida por USA. Las clases dirigentes de estos países viven cómodamente, sirviendo de guardianes para los amos extranjeros, que les protegen y enriquecen. A cambio esquilman sus naciones, y someten a su población a un estado de pobreza sin porvenir, salarios irrisorios y abandono general.

La emigración disminuye la presión social en esos Estados, al irse muchos jóvenes sin porvenir, se gasta menos en mantener a la población por parte de sus administraciones, los oligarcas mantienen sus status y la situación política se mantiene. Aún más, se obtienen divisas del extranjero, enviadas por sus ciudadanos de origen, y se alimenta el negocio del tráfico de personas.

Mientras, Europa tiene que atender a los nuevos visitantes, mucho más de los que necesita para su mano de obra, a costa del enriquecimiento de China, Rusia, India, USA y grandes fortunas internacionales. Gracias a Europa se palían sus problemas.

¿Se puede hacer algo por solucionar estas injusticias? Europa, y las democracias desarrolladas, podrían iniciar una acción democratizadora en el exterior, fomentar la justicia y desarrollo en los países de procedencia de la inmigración y actuar para derrocar a los gobiernos corruptos.

stats