Leer, dormir o ir a El Corte Inglés

Alo largo de los próximos 10 años se irán jubilando 3,5 millones de españoles, así que es muy recomendable reforzar los servicios de gerontología porque la generación de los babyboomers quiere agotar la vida a lo grande. Los casos de enfermedades de transmisión sexual se han disparado de modo paralelo a los divorcios entre mayores de sesenta, setenta y hasta ochenta años, la viagra y las aplicaciones de citas van a acabar con la cohorte que llegó al mundo a la vez que la guerra de Vietnam. Claro que también hay quien se jubila y se marcha a África a operar de cataratas, a proteger de la extinción al guion de codornices o a pasar el rato, que no es una técnica budista, sino una costumbre en desuso que consiste en dejar pasar el tiempo en o sin compañía, con o sin caña de cerveza, pero en ausencia absoluta de redes. Algunos maestros del paso del rato son capaces de alcanzar el clímax y pegar un cabezazo, presos de un sueño corto, repentino y mañanero como el de los canónigos, los potros y los cochinos.

Las siguientes generaciones, la X y los millennials, han quedado atrapadas por la maraña, son carne de buscador, no así la Z y la Alpha, que son quienes más libros leen y que han rescatado artilugios tan bellos como los discos de vinilos. La Casa del Libro ha abierto en algunas ciudades una sala para mangas, cómics, literatura fantástica y de terror porque estos jóvenes, además de lectores, son compradores; es decir, que no se van a pasar la vida pirateando contenidos para no disfrutarlos nunca. Nacieron sin la ansiedad de sus padres por acumular cachivaches digitales que obtuvieron de modo gratuito en algún recoveco de la red. Serán los Z y los Alpha quienes vuelvan a comprender que, si quieren comprar una lavadora, lo mejor es que vayan a El Corte Inglés porque son los únicos que te darán una garantía de que aquello dará vueltas sin estropearse al año y te la cambiarán si hay problemas. La España del siglo XXI se sostuvo sobre los antiguos pilares de El Corte Inglés, la Guardia Civil y el PSOE, y no por casualidad.

Las nuevas generaciones son lectoras de papel, no todos sus miembros, claro está, pero bastará con una pequeña porción para que alumbren algo más que a la influyente María Pombo, que acaba de grabarse un vídeo de autoayuda en el que clama por quitarse el trauma de no haber leído nunca un libro.