La tribuna

Coronel JAVIER Soriano

El mal llamado arte de la guerra

RECIENTEMENTE he asistido a la presentación del libro "Almería. La Plaza de Armas. Más de Mil años de Fortificaciones", cuyo autor es D. Antonio Gil Albarracín. Este libro es, sin duda, un referente obligado para cualquier investigador que se adentre en la historia de Almería; sus casi 800 páginas reflejan el entusiasmo, dedicación y esfuerzo de años de investigación de su autor. Estoy de acuerdo con sus reflexiones en la Introducción, destacando el siguiente párrafo: "…No olvidemos que la ignorancia y el desprecio del pasado ha sido el causante de decisiones claramente negativas que, en caso de haber conocido sus antecedentes, nunca se deberían de haber adoptado." Sólo me cabe felicitarle y desearle el mayor de los éxitos.

Pero en ese acto, en sus palabras, uno de los intervinientes hizo referencia al "mal llamado arte de le guerra". Si se refería a la arquitectura y/o ingeniería militar, la respuesta a lo de "mal llamado arte" la podría encontrar en el mismo libro; pero si se refería al concepto genérico del Arte de la Guerra como tal, este concepto se remonta a más de dos mil años de antigüedad, cuando ya por entonces el filósofo guerrero chino Sun Tzu escribiese el primer texto que se conoce de la ciencia de la estrategia en los conflictos, EL ARTE DE LA GUERRA, el libro de estrategia más prestigioso e influyente del mundo, estudiado por políticos y ejecutivos actuales con el mismo ahínco con el que lo han estudiado estrategas militares durante esos más de dos mil años.

A pesar del tiempo transcurrido, ninguno de sus principios han quedado anticuados, ni hay un solo consejo que hoy no sea útil. Es una obra para comprender las raíces del conflicto y buscar una solución; decía Sun Tzu que "es mejor ganar sin luchar, y esa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante".

Del concepto del Arte de la Guerra también han escrito otros personajes a lo largo de la historia. Entre ellos podríamos citar a Maquiavelo como autor del libro DEL ARTE DE LA GUERRA, escrito entre 1519 y 1520 y publicada al año siguiente, que ha sido la única obra de carácter histórico/político impresa en vida del autor. Escribía Maquiavelo que fuerza y prudencia son el nervio de cuantos Estados hubo y habrá, y quien ha estudiado los cambios y las ruinas de los Reinos y Repúblicas a lo largo de la historia sabe que han sido causados por la falta de armas o por la falta de sensatez.

También podemos citar al filósofo y militar alemán Clausewitz con su obra DE LA GUERRA, escrita entre los años 1816 y 1830, y publicado póstumamente en 1832, uno de los libros conocidos más influyentes sobre la teoría de la guerra, estrategia y táctica militar

Decía Clausewitz que la guerra es la continuación de la política por otros medios. "…Vemos pues que la guerra no es sólo un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación del tráfico político, una ejecución del mismo por otros medios…" Lo que sigue siendo peculiar de la guerra se refiere tan sólo a la naturaleza singular de sus medios. Insiste Clausewitz en la importancia del mando político y militar, y como la guerra es un medio político para obtener objetivos políticos, nunca constituye un fin en sí mismo; por eso los políticos no deben estar sometidos a los militares, sino justamente a la inversa.

Las teorías de Clausewitz serían estudiadas y analizadas por el filósofo, sociólogo y comentarista político francés Raymond Aron (1905-1983), quien escribiría el libro "Pensar la Guerra: Clausewitz" (1976) y afirmaría que: «La guerra es de todos los tiempos históricos y de todas las civilizaciones.», siendo por tanto un fenómeno político y social fundamental, central en el análisis de lo político y del Estado.

Han transcurrido más de 20 siglos de Sun Tzu, 5 de Maquiavelo y casi 2 de Clausewitz, pero el objetivo de la estrategia sigue siendo el mismo: poner a nuestro favor las condiciones más favorables, juzgando el momento preciso para atacar o retirarse, siempre evaluando correctamente los límites del combate, y siendo sus principios no solo de aplicación en el ámbito militar, sino también en otros ámbitos de la sociedad como el político o el empresarial.

Si las obras de teóricos de la guerra de la talla de los citados no fueran suficientes para justificar el llamado Arte de la Guerra, el diccionario de la RAE incluye lo que denomina Arte Militar, al que define como el conjunto de preceptos y reglas para la organización y empleo de los Ejércitos.

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