Utopías posibles

El mar será

Benaiges prometió a sus niñas y sus niños que les iba a llevar a ver el mar. Lo tenía todo organizado

Imaginar el mar, soñar con el mar, viajar a mundos inexplorados, acercar lo inalcanzable, traer al mundo de las niñas y los niños todo aquello que les es ajeno, aquello que no tienen fácil obtener en su entorno (en su contexto más cercano), superar las desventajas de partida, mostrar que solo hay una vida, y que hay que apostar por construir nuestro propio futuro, sin límites… Estas son algunas de las principales finalidades de la escuela.

A mediados de los años 30 del pasado siglo, el maestro Antoni Benaiges fue destinado a una pequeña escuela unitaria en un pueblo perdido de Burgos. En un contexto totalmente desfavorable, puso en práctica todo tipo de innovaciones pedagógicas: asambleas, una imprenta con la que publicaban textos realizados por el propio alumnado, salía a investigar la naturaleza, hacía correspondencia escolar con otras escuelas, tenía incluso un gramófono con el que habitualmente escuchaban música y bailaban en clase… ¿Cuántas escuelas y cuántos docentes conocemos hoy en día que tengan integradas estas prácticas como algo habitual en sus clases? A partir de las investigaciones y las publicaciones de Celestin Freinet, junto a otros grandes autores españoles como Ferrer i Guardia, España entraba en esta época en la vanguardia de la educación mundial. Esta tradición, como tantas otras cosas, fue borrada del mapa por la guerra civil y los casi cuarenta años de dictadura. No interesaban ya personas que pensaran, decidieran o fueran autónomas. Benaiges prometió a sus niñas y sus niños que les iba a llevar a ver el mar. Lo tenía todo organizado. Habló con su familia de Barcelona sobre cómo acogerlos. Había tratado el tema en clase, con preciosos escritos donde su alumnado imaginaba cómo sería el mar… pero no pudo ser. El estallido de la guerra civil hizo que no pudiera cumplir su promesa. El joven Benaiges, como tantos maestros y maestras de la época, fue fusilado nada más empezar la guerra. Algunos fueron ejecutados rezando, de rodillas. Su único delito: haber trabajado en la época de la República. Sirva esta humilde columna como homenaje a esos maestros y maestras, y como invitación para mañana sábado, 24 de noviembre, a las 12:00 h., en la Asociación de Vecinos "La Palmera" (en el mercado de Los Ángeles), donde se presentará la novela "El mar será...", escrita por Sebastián Gertrúdix y Sergi Bernal, basada en la vida de Antoni Benaiges.

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