El mix de la legislatura

Analicemos el complicado mix de la actual legislatura, que podría durar hasta 2027 e incluso reeditarse cuatro años más (no importa que el país funcione de aquella manera, lo relevante es que el señorito, en adelante el ‘electrón padre’, mantenga el sillón). En el PSOE, la energía sanchista ha desplazado por completo a la socialista: si queda algún electrón en ese partido que piense en formalizar pactos con los electrones del PP para que España (con perdón) avance, acuerdos que serían bien vistos por una gran mayoría de ciudadanos, según el resultado de las últimas elecciones, que abandone toda esperanza y se dedique a la jardinería o se haga tertuliano. Pero es que en el PP, el flujo de corriente hacia el centro político de algunos (tres o cuatro) de sus componentes está muy lastrado: hay una poderosa fuerza en sentido contrario, movida por una señora aspirante a convertirse en la ‘electrona madre’, que tiende a unirse con los electrones ultras porque en el izquierda sólo ve comunistas bolivarianos. Con este panorama, la energía sanchista, para mantener el tinglado (que no para gobernar), compone un curiosísimo mix con la ya exigua energía de Sumar, con la que forma gobierno, y con las que podríamos denominar ‘antienergías’ o energías negativas, las de Junts, PNV, Esquerra y Bildu, pues actúan contra el sistema, pero con cuidado de que no salten los plomos y de que el ‘electrón padre’ no convoque elecciones, ya que entonces sufrirían tembleques de considerable intensidad; mimarán, pues, el mix, a cambio de exigir cada vez más contrapartidas. En el Ejecutivo se producen muchas oscilaciones (inhabituales al principio pero habitualísimas ahora), que sus miembros y ‘miembras’ califican de normales en una coalición, y que no amenazan su continuidad porque ¿a dónde van a ir algunos y algunas si se interrumpe la corriente, eh? ¿Cómo? ¿Que hay un montón de embajadas, consejos de administración, empresas públicas y semipúblicas donde encima ganarían más? Bueno, vale, pero el Gobierno, aunque la OTAN en junio nos pida más rearme y la tensión se eleve hasta límites desconocidos, no colapsará y, además, alguien dirá que es el mejor del mundo. Aquí lo importante es que el ‘electrón padre’ potencie a la ‘electrona madre’ (lo estás haciendo muy bien, Óscar López), y viceversa, para que el sectarismo y el enfrentamiento aumenten, y me temo que sólo un voto en blanco masivo frenaría esta creciente polarización.