Cuando el monte se quema

Este era el lema de una antigua campaña oficial para prevenir los incendios forestales que por desgracia están de actualidad. Es un tema recurrente casi todos los años. Se dice que el monte no se cuida en invierno y luego viene los “madre mías”.

En efecto, el monte no se puede dejar en su estado natural como se pretende por algunos ecologistas de salón. Son necesarias labores selvícolas de limpieza y entresaca de ejemplares para prevenir un exceso de vegetación. El ganado es otro factor que ayuda a despejar la vegetación excesiva. Por desgracia los ganaderos escasean por ser una labor muy dura y poco gratificante, que debería estar subvencionada por las mejoras medioambientales que produce.

En la Sierra de Gádor podemos encontrar un ejemplo de abandono del monte por parte de la Administración, al existir montes consorciados que no se tratan como debían y se encuentran en estado de semi abandono, con grave peligro de incendio por la masa forestal que acumulan. El coto Lupión es un ejemplo claro y puede ser un nuevo polvorín en caso de un incendio; ya tuvo uno provocado hace unos años con el resultado de arder unas 70 hectáreas y la destrucción de la flora y fauna del entorno del Cortijo de la Cruz.

Esperemos que este artículo sirva de acicate para que se inicien esas labores selvícolas tan necesarias en toda la Sierra de Gádor para prevenir incendios y a su vez las temidas inundaciones por gotas frías, y en general en los montes de Almería, en donde tantos terrenos se repoblaron en los últimos ochenta años. Sería una pena que ese patrimonio forestal se pueda perder en una gran parte por un rayo o un incendio provocado.

Hoy he oído a la ministra de Medio ambiente y transición ecológica que las brigadas forestales deberán trabajar todo el año para limpiar el monte. Es una buena propuesta que esperemos se haga realidad este otoño, cuando nadie se acuerde de los incendios. O se piense que cuando algo del monte se quema algo de otros se quema… grave error. Hay un interés público en conservar las masas forestales en un ambiente climático cada vez más extremo en verano y con peligro de gotas frías en otoño. Los montes ayudan a reducir las emisiones de carbono y a mejorar el medioambiente, por lo que algunas multinacionales han tenido que asumir inversiones en plantaciones forestales para mejorar su eficiencia e imagen. Queda mucho por hacer para poner en valor los montes, tantos públicos como privados.