Las obras del Paseo

Al parecer las obras del Paseo van con retraso y los comerciantes están preocupados porque, si no se cumplen los plazos, es difícil que estén terminadas antes de la campaña de navidad 2025 /2026. Lo que yo pienso, es si había alguna necesidad de hacer tales obras en el Paseo. El mantenimiento de las calles de una ciudad es una de las principales obligaciones de un ayuntamiento. Pero, ¿tan mal estaba el Paseo como para gastarse un pastón en la reforma que se está llevando a cabo? Convertirlo en peatonal es una opción que puede ser opinable. Creo que con el tamaño que tienen las aceras, no sería necesario. Hay espacio suficiente para darse un garbeo y tomarse unas cañas sentado en una terraza. Pero es una opinión personal y puede que lleven razón quienes piensen que peatonalizar el Paseo sea la mejor solución para frenar el deterioro que está sufriendo el centro de la ciudad, y cuando finalicen las obras, vuelvan a instalarse las firmas comerciales que, siguiendo la ruta marcada por una alfombra roja, abrieron sus puertas en el Centro Comercial de Torrecárdenas. Lo que me parece un disparate bajo cualquier punto de vista que se mire, es que se esté destrozando una solería de granito que se halla en perfecto estado, para reemplazarla por unas pequeñas baldosas que, antes de colocarlas, están creando problemas. A simple vista hay una gran diferencia entre las losas de gran tamaño, de color sufrido y de apariencia resistente que se están destrozando, y los pequeños ladrillos de color claro que se están poniendo. Ya fue un disparate colocar unos pivotes que, para lo único que han servido ha sido para mantener inutilizada, durante varios años, la mitad de la calzada. Si de lo que se trata ahora es de peatonalizar el Paseo, creo que hubiese sido más acertado elevar la calzada hasta alcanzar el nivel de las aceras. Con ello, no habrían sido necesarias unas obras que no se sabe cuánto tiempo van a tener cerrado el Paseo, con el perjuicio que eso le ocasiona a la hostelería y al comercio. Se habrían conservado unas aceras con una solería de 6 cm de espesor que llevan 25 años sin sufrir el mínimo deterioro. Y el coste de la operación habría sido mucho menor aunque, tratándose de dinero público, no parece que importe mucho.