Lo único de lo que se habla, si usted hoy miércoles pisa la calle y toma un café en algún lugar emblemático de Almería como la 'Habana Cristal', es el calor agobiante que llega a derretir en el asfalto alguna chancla de dedo. Seguramente sea el único dilema que tengamos por la noche a la hora de dormir y pensaremos, una y otra vez, si ponemos el aire acondicionado. Es el pensamiento obsesivo de cualquier andaluz. Otros, aparte del calor, piensan en el futuro que le propiciarán las urnas del próximo domingo. Sobre todo, al actual presidente en funciones de la Junta Juanma Moreno. Las encuestas, hasta la cocinada por José Félix Tezanos, le dan la victoria y podría rozar la mayoría absoluta. Algo que, para cualquier político, sería fantástico, pero para los populares no es así porque el fantasma de San Telmo puede aparecer de nuevo. Me refiero a lo que ocurrió en 2012, cuando Javier Arenas ganó las elecciones y se quedó mirando a la Giralda mientras José Antonio Griñán se convertía en rey y señor, y continuaba con el legado socialista dejado por Chaves en tierras andaluzas. Esa es una de las pesadillas de Juanma Moreno. La otra, es con quién se sentará si todo sale como dicen los sondeos. Lo malo de todo esto es que la vecina ejemplar de Salobreña, Macarena Olona, ha sido vetada públicamente por el presidente en funciones. Algo parecido dijo Mañueco en Castilla y León y miren lo que pasó. Espero que la vaca Fadi cumpla las expectativas del malagueño de adopción. Su sueño perfecto sería ir de la mano de nuevo con Juan Marín. Otro de los quebraderos de cabeza de Moreno Bonilla es la confianza de los votantes, es decir, un elector que vea que su candidato ganará, según las encuestas, hace que prefiera ir al chiringuito ese día en vez de acercarse al colegio electoral. Por eso el popular insiste: "es un día perfecto para ir a votar y luego ir a la playa". De momento hay cerca de 200.000 votantes indecisos y en ellos reside la lucha de los partidos para intentar convencer hasta última hora. Luego tenemos la rama de los nuevos electores. Son cerca de 300.000 jóvenes que votan por primera vez, y por lo que creo, su máxima preocupación en estas fechas es sacar la EBAU y la nota de corte para acceder a la universidad y así conseguir un verano de ensueño. Nervios a flor de piel porque Andalucía es una tierra en la que el giro electoral puede ocurrir en la misma jornada de reflexión. Recuerden lo que ocurrió la última vez con Moreno Bonilla o con Susana Díaz. Ninguno se lo creía.

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