La existencia de una gran distancia entre lo que se dice y lo que se hace puede recibir muchos nombres: engaño, falsedad, fraude y farsa son sólo algunos. Y es precisamente esa sensación de estar siendo estafado la que se viene a la cabeza cuando uno contrasta el discurso de Moreno Bonilla con los Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2023.

El PP ha presentado estas cuentas asentándolas en las cuestiones que le importan a la ciudadanía: familia, sanidad, educación y, en el caso que nos ocupa, "Almería", una provincia que "vuelve a ser protagonista", según se atrevieron a decir. Un discurso sin fisuras, si no fuera porque los papeles dicen todo lo contrario.

El PP andaluz ha dejado pasar la oportunidad de poner sobre la mesa medidas reales para ayudar a las familias, como si la inflación no existiera. Mientras el Gobierno de España lleva meses aplicando medidas para ayudar a las economías domésticas, el Gobierno andaluz sigue girando la cara.

Tampoco hay nada de cierto en las promesas de reforzar la sanidad. Su peso en el presupuesto ha bajado del 31% al 28% pero es que, además, las cuentas parecen un traje hecho a la medida de la sanidad privada y las farmacéuticas. Entretanto, no hay ningún compromiso para acabar con el déficit de personal que aqueja a la sanidad pública andaluza y, en concreto a la de Almería, donde tenemos el triste récord de ser la provincia española con menos enfermeros por habitante, amén de unas listas de espera hospitalarias sencillamente insostenibles.

En materia educativa, no se atisba en los presupuestos del Gobierno andaluz la menor voluntad de retirar las aulas prefabricadas en las que estudian a diario 3.000 alumnos almerienses.

Tampoco hay rastro de infraestructuras indispensables, como la finalización de la Autovía del Almanzora con la conexión de Fines y Baza, ni del dinero necesario para declarar de servicio público los vuelos con Madrid y Barcelona, para conectar la A-7 con el puerto de Garrucha, para construir el acceso norte a la capital, para el Puerto Seco de Níjar ni para el soterramiento del AVE.

Frente a tanto olvido, lo que sí incluyen las cuentas de Moreno Bonilla es un aumento del gasto corriente, del gasto en comunicación, del gasto en alta dirección y de la deuda pública: la prueba concluyente de que el PP andaluz sólo piensa en la propaganda.