Quo Vadis, PP?

02 de septiembre 2025 - 03:07

La derecha alimenta el estado de crispación permanente en la política del país. Esto se debe, como todo el mundo sabe, a motivos electorales. Piensan que el gobierno no se mantendrá hasta 2027 y pretenden crear y mantener un estado de opinión contrario a Pedro Sánchez y favorable al PP. Pero, ay, se encuentran con un serio competidor: Vox.

El partido de extrema derecha, con sus postulados antiinmigración, antifeministas, homofóbicos, negacionistas del cambio climático, etc., puede quitar, le quita de hecho, votos al PP, pues ambos apelan al mismo sector electoral de la sociedad civil. Saben en el PP que sus electores son permeables a las ideas xenófobas, machistas y escépticas de la extrema derecha –de hecho, Vox surgió del mismo PP– y la solución que han encontrado para contrarrestar esa posible fuga de votos es identificarse con las ideas más retrógradas de Vox, convirtiéndose así en un partido de derechas extremado.

El drama electoral de los ideólogos de esto es que Vox sube, mientras el PP baja en las encuestas, lo que parece indicar que, puestos a votar posiciones políticas extremas, la gente de derechas prefiere el original a la copia, Vox al PP. Este es el drama de la derecha, y no solo de la derecha: del país.

El PP no teme, creo yo, un sorpasso de Vox en las próximas elecciones. Teme lo que será lo más probable si no se invierte la tendencia: que su merma de escaños y el consiguiente aumento de los de Vox no le permita gobernar y, además, acentúe su dependencia de la extrema derecha en las Cortes. Y este sí que es el verdadero drama del PP.

Y del país, como digo, pues ese escenario sí que llevaría la política española a situaciones degeneradas, inhabilitantes, incluso violentas. Ya se están produciendo escenas de ese tipo, escenas, por cierto, a las que asiste la gente guardando silencio reprobatorio, sean, esta vez sí, cuales sean sus ideas políticas. La gente queremos paz, no crispación ni violencia. Paz. Esa es la clave.

Así que, deduzco, el PP se ha equivocado de trayectoria. Abandonar la democracia, la pedagogía democrática y el diálogo político solo lleva a la destrucción electoral lentamente. La guerra electoral sorda y soterrada entre la derecha extremada y la extrema derecha solo beneficia a esta última, no al PP. Y el país entero, la democracia, la buena política, las libertades y los derechos sufrirán gran daño por ello. Quo vadis, PP?

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