En contra de la norma del columnista que recomienda no “gastar” dos ideas en una sola columna, esta semana tengo dos noticias que comentar. Dos regresos a Almería, el de la Feria del Queso Artesano y el de Alejandro Sánchez. La verdad es que Alejandro me da mucha materia para la columna, no solo porque es un excelente cocinero sino por las múltiples mudanzas que protagoniza (14 según su mujer, Lorena): Aguamarga, Galicia, Almería, Hong-Kong, México, Chiclana, Roquetas (donde tuvo una estrella Michelín diez años) y Granada, que yo sepa. La última vez que hablé de él fue en octubre pasado, con motivo de su éxito en la Cumbre Europea de Granada, como chef ejecutivo del grupo Abades. Ahora ha vuelto a Almería, donde se ha hecho cargo de una cadena de cuatro tabernas en la zona de Aguadulce, que para marzo serán cinco. Ya contaré más detalles. De momento, puedo contar que una de sus primeras tapas ha sido gurullos con pulpo (como los que sirvió a los presidentes y primeros ministros europeos) con éxito inmediato de público. Otra es su versión del azolimoje o remojón alpujarreño; en el blog colgaré hoy la foto. Ale tiene experiencia sobrada en dirigir grupos; además del citado Abades, dirigió más de seis años los cinco restaurantes de un resort Barceló de cinco estrellas en la Riviera Maya.

En cuanto a los quesos, este próximo finde -1, 2 y 3 de marzo- tendremos en el sitio de costumbre, la Plaza Vieja, la IX Feria del Queso Artesano. En 2020 no hubo feria por el confinamiento y en 2021 por extrañas normas mal entendidas. Desde 2022 no ha fallado y es bueno porque conocemos quesos de toda España que, en algunos casos, no se encuentran fácilmente por su escasa producción. Es bueno también porque los precios son ajustados. Creo que estará a la misma altura que en ediciones anteriores y, posiblemente, con alguna novedad. Hace dos años fue el cambio de nombre y propietarios del queso de Abrucena, el mejor queso fresco de cabra que he probado. Espero que vuelvan algunos de mis favoritos, como una pequeña quesería de Idiazábal que, además de los clásicos, elabora uno con corteza sin lavar y menor curación, riquísimo. O la veterana de Mahón que también suele traer “fuera de concurso” una sobrasada mallorquina magnífica. La Feria la sigue organizando Yolanda Robles, que además de experta en quesos, es una cualificada sumiller y asesora gastronómica.

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