El callejón del gato

La representación de Los Coloraos

Una representación para que la evocación a los mártires de la libertad permanezca en el monumento erigido en su memoria

Percibo en nuestra manera de ser lo poco que apreciamos los almerienses las esencias que nos singulariza, y elementos que en cualquier otra ciudad son valorados por identitarios y protegidos sin reserva alguna, aquí se consideran un estorbo. En los últimos años del franquismo hubo una corporación que tuvo la idea de prorrogar el Paseo y derribó el edificio emblemático de la ferretería Vulcano. Desde entonces la Puerta de Purchena no es la misma. Ya en democracia, una corporación del PP quiso unificar las estaciones con la intención de derribar la de autobuses, obra de Guillermo Langle, para construir pisos. Afortunadamente el edificio fue inscrito en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz por la Consejería de la Junta de Andalucía que impidió su derribo. Pero se construyeron pisos en los terrenos municipales que constituían el espacio abierto, y el edificio público se arrendó a una cadena de supermercados privatizando su uso. En cuanto a la Estación de Ferrocarril que, en mi modesta opinión, podría haber sido adaptada a los tiempos y continuar prestando el servicio para el que fue construida, permanece abandonada esperando el sueño de los justos. Las diatribas contra el Cable de Ingles, una obra arquitectónica como hay pocas en España, y un símbolo de la historia de la minería en nuestra provincia, ya las conocemos. Se podría sacar un libro de muchas páginas si se encuadernaran las opiniones de aquellos que apostaban por su derribo. De nuevo la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Bellas Artes lo declaró bien de interés cultural y puso freno a las voces de sus detractores. El caso más reciente es el proyecto de la corporación actual, de transformar la Plaza Vieja en un solar, eliminando los árboles y quitando el Monumento a los Mártires de la Libertad, reconstruido y ubicado en el mismo lugar del que fue aniquilado, en plena dictadura, considerando que un símbolo a la libertad era incompatible con la presencia de Franco en el balcón del Ayuntamiento. De nuevo una resolución publicada en el BOE declarándolo “Lugar de la Memoria Histórica” ha evitado que desaparezca. La Asociación del Bicentenario de los Coloraos este año han tenido la buena idea de hacer una recreación de los fusilamientos, con el fin de propagar unos hechos históricos ocurridos en Almería en 1824. Una representación perfecta para que la evocación a los mártires de la libertad permanezca en el monumento erigido en su memoria.

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