La esquina
José Aguilar
Por qué Sánchez demora su caída
Cuando España era aún el imperio más grande que vieron los siglos, reinando en Inglaterra Jorge III, su primer ministro William Pitt, Conde de Chatham, con la idea de formar un Imperio británico de ultramar, inició contra España la guerra de Asiento, (1756/1763), reinaba a la sazón Fernando VI en España. Aún en plena contienda con España, inició la guerra de los Siete años contra Austria, Suecia, Sajonia, Rusia y Francia. Cuando en 1759, llega Carlos III al poder en España, éste se ve obligado a entrar en la contienda en 1761, al conquistar Inglaterra la provincia francesa de Quebec y ocupar Honduras; ante tal contingencia, España firma el Tercer Pacto de Familia entre Borbones y se ve obligada a entrar en la guerra con el fin de contrarrestar el expansionismo británico en América. Craso error el del monarca español, pues Francia no era capaz de mantener el nivel militar necesario para aquella contienda y a consecuencia de su error, los ingleses toman la Habana y Manila, España se ve obligada en 1763 a firmar la paz de Paris, cediendo a Inglaterra la Florida y parte de territorio mejicano a cambio de la devolución de la Habana y Manila. Hoy, nuestro presidente, pretende plantar cara al primer imperio actual, siguiendo la demencial decisión de Zapatero, de enfrentarse políticamente a los EE UU; grave y oneroso error, Trump, no es ni Fernando VI (un santurrón), ni Carlos III (un melancólico). Trump, sabe lo que quiere; y, aún a pesar de lo que dicen y proclaman los pesebreros del PSOE, su comparación política con nuestro presidente es la de un elefante a una hormiga. Maguer que, nuestro presidente con su nescencia política, no se cansa de hacer el ridículo, sobre todo internacional, aunque internamente tampoco sea Churchill, como recientemente se ha demostrado con la irresponsabilidad, gravemente onerosa ad futurem – ya evidenciada - de prohibir que los barcos con bandera de EE UU, que se dirijan a Israel, recalen en el puerto de Algeciras, regalando de facto – algún día sabremos por qué – cientos de millones de euros, en el tráfico de contenedores. Los americanos han respondido excluyendo al puerto de Algeciras de una ruta marítima estratégica de contenedores que, ahora, se dirigirán a Tánger que, desde la alianza de Sánchez con China, movía más del doble de contenedores que Algeciras. Espero que los andaluces, a pesar de que en este país, son pocos los que piensan o leen, reconozcan a este genio de la política internacional, los favores que nos hace. Y para prueba, un botón. Ni le han invitado a la reunión en que, los líderes de los grandes países europeos – ya somos pequeños - , discuten con Trump el futuro de Ucrania; y mientras, Albares mendigando una foto lastimera, emulando a Moratinos que hizo el ridículo durante dos años, para que Busch, le diera la mano a Zapatero, aunque no le hiciera ni puto caso. Ahora, Sánchez acudirá a la reunión de resaca de los líderes europeos – no sabemos a qué precio y qué cesiones han hecho - y le sentarán en un rinconcito, como a Peter Sellers en el “Guateque”, aunque en Moncloa, siguen tomándonos por imbéciles intentando convencernos de que fue invitado a la reunión con Trump ¡Amos...anda! Para terminar con William Pitt – en una clara deferencia a las víctimas de la LOGSE - decir que la ciudad de Pittsburgh, capital de Pensilvania, debe su nombre al gran estratega británico, tras la conquista de Fort Duquesme por los ingleses que designaron como Universidad de Chatham la más importante de Pensilvania, en honor al título de Conde de Chatham que desde 1766, ostentara el noble inglés. Aquí, nos conformaríamos con que las decisiones de nuestro jeque, cual los negocios con China, el contrato de los F.35, las relaciones con Argelia, la decisión sobre el Sáhara, las relaciones con Israel, las humillaciones de Marruecos, etc. no acaben con la pérdida de las plazas de soberanía española, como el peñón de Vélez de la Gomera, Alhucemas, las Chafarinas y el islote Perejil. Temor justificado a la vista de los éxitos políticos de nuestro gobierno. En cuanto a Ceuta y Melilla; de momento, recomendamos cirios a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles.
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