Casinos lo que se dice casinos como tales tenemos dos muy cerca. Uno en Monachil, en la vecina Granada, y otro, ya con años de antigüedad, en Benalmádena. Y es muy normal lo que le voy a contar. Que los clientes de un casino pierdan fichas o monedas por los suelos es algo que, frente a lo que se pueda pensar; no alegra tanto a los propios casinos como a otros beneficiarios. La ley es muy rigurosa con este dinero despistado: su destino ha de ser obras de caridad.

Cuando los trabajadores de un casino se encuentran fichas o monedas perdidas por la moqueta, a las que llaman huérfanas, las deben registrar cuanto antes en un documento, al que se le conoce como libro de huérfanos, en el que se detalla la fecha, la hora del hallazgo y de qué cantidad se trata. Es una obligación para todos los casinos del Estado, según un artículo del Reglamento de Casinos de Juego. La tarea de los casinos es entregar el dinero huérfano al Ayuntamiento de la localidad, para que éste lo destine a “obras de asistencia social o beneficiaria”, tal y como especifica el artículo 43.4 del citado Reglamento.

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