La esquina
José Aguilar
Por qué Sánchez demora su caída
Supongo que los más viejos del lugar recuerdan aquella película del genial Mario Moreno. Los gallegos no se definen a la hora de subir o bajar. Feijóo debería darse una vuelta por Almería, lo mismo el ayuntamiento de la capital, en manos de su partido, le enseña lo que es bajar y subir, aunque solo sea del autobús. Un martes uno de julio, los más pequeños, desde los quince para abajo, tienen viajes gratis en el transporte público capitalino. Los mayores de los sesenta y cinco están equiparados a los pequeños, viajan gratis. Pero, a los que andan entre los quince y los sesenta y cinco, lo que hace el ayuntamiento es subirles el precio del billete.
Subir precios, bajar los mismos. Jóvenes; guapos o feos, altos o bajos, ricos o pobres, morenos o rubios, viajan gratis desde el uno del julio. Los viejos jubilatas vienen haciendo lo mismo desde hace tiempo. Altos o bajos, gordos o flacos, feos o guapos, ricos o pobres, de derechas o de izquierdas viajan gratis. Faltaban los infantes, y ya están subidos al bus. Los demás, los que están entre el arco creado, a pagar más caro el billete, sean estos altos o bajos, progresista o conservador, rico o pobre, guapo o feo. Y encima les piden a los que la medida no les favorece que lo deben entender, si se quiere que los dos sectores afectados, jóvenes y viejos viajen gratis, alguien lo tiene que pagar. Pues ya sabe caballero lo que le toca.
A ustedes no los dividen entre ricos y pobres, entre si tiene un empleo fijo o discontinuo, es autónomo, medio pensionista o perceptor del salario mínimo. Le toca pagar el viaje en el autobús, y encima le han subido el billete. Hay bonos que resultan más baratos, cierto. Pero con todo lo que nos quieran contar ustedes, señores del ayuntamiento, en este caso señoras, han subido el precio al sector que anda entre los quince y los sesenta y cinco años, hay que pagar a los peques y a los yayos. Qué conste que por mi parte no me quejo, estoy en uno de los sectores que han salido favorecidos, el de los viejos jubilados, pero escuchando al más numeroso quisiera ser un poco su voz en esta situación. No va a servir para nada, lo sé, pero por lo menos que quede constancia de que no se está en contra de que se apoye el billete gratuito de niños y viejos, pero se podrían buscar otras fórmulas que beneficiaran a las clases más necesitadas, y la edad no lo es siempre sinónimo de necesidad económica, y lo saben en el ayuntamiento. ¿A que lo sabes, María? Pues, eso.
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