El tiempo se agota

Socios espiados, políticas sin consenso. La agonía de la coalición ha llegado

El castigo de no repartir la paga que cada domingo hacen padres y abuelos a sus hijos y nietos es un hecho que le puede estar pasando por la cabeza a este Gobierno. Me refiero al toma y daca del poder, que no se aguanta ni a sí mismo. Es decir, una coalición que agoniza como una carta de muerte anunciada de Miguel Hernández a su mujer. Fíjense si es raro todo que hasta el propio "sistema de seguridad" del Ejecutivo pudo ver algo sospechoso en la Generalitat. De ahí viene alguna que otra escucha telefónica a los amantes del independentismo catalán. Ahora una vez más los socios de Sánchez le piden dimisiones, incluso gente del partido que está en los sillones del Consejo de Ministros. Mientras el presidente sale por peteneras en el asunto y lo único que pide es "unidad" y "apoyo" para que mañana jueves salga su plan anticrisis que ha venido supuestamente por la culpa de Putin ¿Antes de la maldita guerra en Ucrania no había nada? Ah, es verdad no había problema este verano por poner el aire acondicionado. Un sinfín de degaste de poder que busca ser fuerte a toda costa y a cualquier precio con cafés en el Palau de la Generalitat que han sentado tal mal como la esposa que le pone los cuernos a su marido con su mejor amigo. Ahora Bolaños, ministro de Presidencia, intenta apaciguar con promesas definidas en mentiras y meter al CNI de por medio. Un despilfarro de palabras incluso entre líderes del mismo color. Hablo de la reflexión del exvicepresidente, Pablo Iglesias, diciéndole a su supuesta colega gallega hace unos días, Yolanda Díaz, que quizás se equivocó dejándola de sucesora. Dilemas en el mismo Ejecutivo en materias tan importantes como la economía. Ahora la oposición ha venido bien para que el debate, parecido al programa de 'El precio justo', no enturbie las opiniones dispares de la coalición. La aparición de citas como el nuevo pacto PP-Vox en Castilla y León han sido claves para el marketing propagandístico de los que están en los ministerios. Criticas por firmas con los extremos. Algo que es lo que tiene Ferraz en sus propias carnes y que parece que poco a poco está llegando a su fin. No se aguantan. No comparten ni ideales ni política. La palabra consenso hoy en día es difícil de conseguir en un ambiente político desgastado por extremos. Pero esto seguirá así por lo que me temo. Los tornos de las puertas de Moncloa, según las encuestas, van a cambiar y me huele que asistiremos a algo parecido, pero con gaviota volando sobre un bosque verde chillón.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios