Tragado por el mar

21 de agosto 2025 - 03:08

La noticia o conocida o serpiente de este verano no deja de ser un muro ante el futuro que le puede esperar a la tierra ejidense. Si te dicen que puede desaparecer en el 2050 tragado por el mar, y la firma es de sesudos científicos con pedigrí, díganme ustedes quien es el guapo que viene a invertir en una costa mediterránea a la que le quedan esos años de vida.

Como aquel que dice unos cuantos tacos de almanaque, una juventud sin poder salir de casa de los padres por la falta de piso y de un trabajo bien pagado, una carrera a punto de terminar y una novia, o novio, que no soporta la vida que les ha tocado vivir.

No pongo en duda los estudios de la Nasa, han estado en la luna, pero si mañana tengo que buscar una casa donde vivir, lo primero que hago es decirle a mi amigo Sebas que no me la busque en El Ejido, que le quedan solo 25 años antes de ser tragado por ese hermoso mar que baña su costa, pero que traidor donde los haya, lo va a sumergir bajo sus aguas en el corto plazo de vida de veinticinco años. Si tiene usted dinero, ojalá sea así, y desea invertirlo en una empresa de futuro, con trabajo para familias y beneficios para la suya, no le veo haciéndolo en El Ejido. Acaban de decir los de la Nasa que en un cuarto de siglo su empresa estará bajos las aguas, cristalinas eso sí, de un voraz Mediterráneo que va a devorar esta costa, empezando por Almerimar.

Tengo que hablar con mis queridos Lola y Manolo, gente buena donde los haya. Tienen un apartamento en la gran urbanización ejidense, y no estaría mal que lo vendieran antes de que la noticia de la desaparición de esa zona se haga viral y no haya quien quiera comprar un apartamento que se va a convertir en cinco lustros en pecera para peces de colores.

La historia nos cuenta que los océanos abandonaron parte de la tierra hace millones de años, por lo que no nos debe extrañar que vuelvan con ganas de vengarse de aquella pérdida sufrida en el tiempo y quieran recuperar lo que fue suyo hace cientos de miles, millones de años. No es que me guste la idea, no por mí, no creo que dentro de 25 tacos sigan dándoles a ustedes y los políticos la matraca, pero tengo un nieto, Alejandro, y aunque solo fuera por él, me encantaría que en esta ocasión la Nasa se equivocara, como en tantas otras cosas y que, dentro de muchos años, muchos, las olas del mar sigan bañando las playas de El Ejido.

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