EDITORIAL
El calor y sus efectos
EDITORIAL
Hay motivos para dudar que las conclusiones alcanzadas y las medidas propuestas por la Cumbre de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo, clausurada el jueves en Sevilla, vayan a tener la efectividad que sería necesaria. Pero la cumbre sí ha servido para constatar dos realidades que forman parte del nuevo orden mundial que se está instituyendo y que va a cambiar el que ha imperado durante las últimas ocho décadas, desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La primera constatación se refiere a la profunda crisis de identidad que sufre la organización internacional creada por la Conferencia de San Francisco de 1945, convertida a estas alturas en una gigantesca máquina burocrática con cada vez más escasa incidencia como prescriptora de los gobiernos y con una progresiva falta de capacidad para mediar y solucionar los conflictos entre las naciones. La segunda es que corren malos tiempos para el multilateralismo en un mundo cada vez más tensionado y en el que las grandes potencias juegan a defender sus intereses económicos y estratégicos sin importarle la suerte que puedan correr sus vecinos más desfavorecidos. Por todo ello, y por otros factores concurrentes, la cumbre de Sevilla ha quedado descafeinada y ha tenido poca proyección mundial. La ausencia de Estados Unidos, que ni se ha molestado en enviar representación, la escasa presencia de líderes importantes, salvo la fugaz aparición de Emmanuel Macron, y el voluntarismo de sus conclusiones hace que muy posiblemente esta conferencia internacional quede muy pronto en el olvido. De todos modos, no se puede dejar de subrayar la importancia de que la cumbre haya tenido como escenario Sevilla, lo que confirma a la capital de Andalucía como una ciudad con una marca muy potente para acoger grandes eventos de carácter internacional. Aunque solo sea por eso hay que valorar como positivo que esta cumbre se haya celebrado.
También te puede interesar
EDITORIAL
El calor y sus efectos
EDITORIAL
La resistencia numantina de Pedro Sánchez
EDITORIAL
Una cumbre descafeinada
EDITORIAL
El mal ejemplo de Alligator Alcatraz
Lo último