Estamos celebrando la Navidad, esa tradición cristiana que en España tiene arraigadas costumbres y usos que expresan alegría, abrazos, felicitaciones y regalos hasta la llegada de los Reyes Magos. Según la tradición estas son fechas de relajación, de paz y de generosidad alejadas de las rencillas cotidianas. Lo expresaba muy bien aquel anuncio de turrones el Almendro; se abría la puerta de una casa, los padres encanecidos asomados a la puerta viendo acercarse al hijo con una caja de turrones, “vuelve a casa por Navidad”. Esas imágenes acompañaban aquellas noches alegres cuando la televisión divulgaba emociones y valores compartidos y las familias se reunían alrededor de ella con polvorones, turrones y una botella de anís. Asi lo recuerdo yo junto a mis padres y hermanos ante una TV Telefunken en blanco y negro. Pero contrariamente a la leyenda interesada, la vida no era en modo alguno en blanco y negro. Claro que no. La vida deparaba penas y alegrías, como suele ocurrir también ahora.

Sin embargo, en estas fechas millones de españoles asisten acongojados a la tensión política y social en relación a las cesiones del gobierno de España en favor exclusivo de quienes atentaron contra el Estado de derecho, la constitución, la integridad territorial de España y la igualdad de todos ante la Ley. Manifestaciones multitudinarias y protestas desde diversos ámbitos de la cultura, la academia, la universidad, la abogacía, la empresa, la magistratura y la fiscalía, y `por supuesto la política, declaran y sostienen que las medidas de gracia que pretende el gobierno mediante la amnistía en beneficio de un prófugo de la Justicia y varios condenados por delitos de sedición, prevaricación y malversación, es contraria a la Constitución y atenta contra la igualdad de todos ante la ley. En esa misma posición contraría a la amnistía se han presentado en el Congreso de los Diputados más de cien mil firmas para que sean atendidas las protestas del pueblo.

Pero como digo, estamos en Navidad y es tiempo de generosidad y amor. Mi condición de andaluz me anima a proponer algo que considero adecuado al momento, se trataría de extender el beneficio de la amnistía a los políticos andaluces condenados por prevaricación y malversación en el caso de corrupción de los ERES y tantos otros como tarjetas Black, Cursos de Formación, Bahía de Cádiz, y todos los que han tenido con objetivo saquear los dineros públicos y han arrasado la economía de Andalucia durante casi cuarenta años de gobiernos del PSOE. Y ello invocando un elemental principio de igualdad ; si los políticos catalanes que han saqueado las arcas públicas en Cataluña van a ser perdonados , sus condenas anuladas y totalmente rehabilitados para que en el futuro pudieran continuar robando, habrá que tratar con el mismo afecto y comprensión a los políticos andaluces que han desviado de las arcas públicas en Andalucia 986 millones de euros, cifra de los casos juzgados, sin contabilizar los que aún están por juzgar No se entendería bien que malversadores del mismo nivel de responsabilidad tengan distinta consideración en relación a la Justicia. Para entender la dimensión emocional de la propuesta; si el Clan de los Pujol (academia de ladrones acreditada en Andorra, Islas Cayman y Singapur) va ser amnistiado, porque razón el Clan de Chaves, Griñán, y Zarrías habría de ser menos considerado ante el rigor de la Ley.

Se trataría de una extensión geográfica y humana de los beneficios de la amnistía que sería bien recibida por el pueblo llano y en todo caso ahondaría en el auténtico espíritu de esta nueva de transición; vertebrar territorios mediante el sistema de la apropiación del dinero de todos, reforzar el principio de solidaridad y fraternidad entre los distintos pueblos y los distintos grupos políticos dedicados a la malversación de dinero público, una muestra de generosidad e igualdad para todos.

Cualquiera que sea la ideología de los lectores, será comprensible esta humilde propuesta. Aprovechando la ocasión única de la amnistía el PSOE no puede dejar tirados en la cuneta a quienes desde las siglas del PSOE saquearon a mansalva y por ello hubieron de enfrentarse a tribunales de justicia que les condenaron por delitos probados. Como prueba de “aquella injusticia” quedan las grabadas las palabras de la diputada Miriam Nogueras que dictamina en el Congreso que los jueces y magistrados del Supremo y otros tribunales de justicia que menciona con nombres y apellidos son “indecentes” y “franquistas” y por ello deslegitimados para juzgar, menos aún condenar a los mártires de la malversación y prevaricación del Caso Procés. Por extensión y analogía, también el caso de los ERES, Caso Palau, Tarjetas Black, Banca Catalana, Caso Casinos, Palacio de la Música, Bahía de Cádiz, etc.

Nada mejor que las navidades en familia para tranquilizar conciencias. El bueno de Griñán aquejado de grave enfermedad y suelto como un pajarito a la espera que pase el temporal, el dadivoso Zarrias, aquel de Jaén que soltaba billetes de mil para amigos y empresas poco recomendables, el prudente Chaves que beneficiaba con dinero público a empresas donde trabaja su hija. Y como figura emblemática el Patriarca Pujol quien junto a sus hijos “llegó a mover 3.000 millones en paraísos fiscales para ocultar el dinero” según publicó el diario La Razón de 8 de mayo 2017 dinero a buen recaudo hasta que la Republica Independiente de Cataluña sea una feliz realidad.

A estos casos se refriere esta “generosa” amnistía que se prepara a toda prisa en el Congreso de los Diputados y que si se ampliara con carácter global habría que apoyar con entusiasmo. Los demás beneficios; la convivencia, la concordia y la milonga añadida, serían efectos colaterales de esta medida de gracia. Es por ello que el PP y Vox habrían de entender que la Amnistía Extendida a todos los golpistas, prevaricadores y malversadores sería similar a una práctica conocida en Sicilia, Córcega, Calabria y Nápoles cuando se trata de relacionarse con organizaciones centenarias como la Camorra, la Ndragueta o la Cosa Nostra, muy arraigadas en las tradiciones , costumbres y culturas similar a España.

Quedan meses para la votación en el Congreso de la Ley de Amnistía, su recorrido podría ser una complicada maraña jurídica con resoluciones y sentencias cuyo final nadie se atreve a pronosticar. Lo único cierto es la voluntad univoca del gobierno de continuar adelante asumiendo todas las consecuencias porque es paso obligado a la permanencia de Sánchez en la presidencia del gobierno. Y ocurra lo que ocurra va a decidir el futuro de Sánchez y su gobierno. Volviendo al comienzo, no habrá otra ocasión de mostrar la” generosidad” que siempre anima las decisiones de Sánchez y su gobierno, extender en estas fechas la amnistía a los corruptos andaluces llevará felicidad a tantas familias, hermana en la misma “fraternitá” de norte a sur y cumple con uno de los principios fundacionales del PSOE; la solidaridad.